El Primer Ministro, Manuel Valls, ha desatado una nueva polémica en Francia. Es su búsqueda de soluciones para frenar el desempleo y las diferencias entre trabajadores, Valls especula con la posibilidad de instaurar el contrato único en Francia. Hace justo dos semanas, Valls, también sugirió que se debería rebajar la indemnización por despido. Valls dijo que compartía la opinión del Nobel de Economía, Jean Tirole, que asegura que el coste del despido puede desincentivar la contratación.
«El funcionamiento del mercado de trabajo no es satisfactorio, ya que no está creando suficientes puestos de trabajo y genera importantes desigualdades entre, personal altamente protegido y, en segundo lugar, empleados con un trabajo precario y temporal «, ha asegurado Valls en una entrevista en el Nouvel Observateur.
Las patronales empresariales presionan en esa dirección. Unos abogan por un contrato que concluya con el fin de un proyecto y otros sugieren un tipo de contrato que puede cancelarse si los resultados empresariales no son buenos. Son opciones rechazadas por los sindicatos que ya se pusieron en pie de guerra cuando se sugirieron ideas parecidas bajo el gobierno del conservador, Nicolas Sarkozy.
Sin embargo, muchos economístas, como los expertos de Fedea apuestan por el contrato único combinado con el llamado «modelo austriaco» para acabar con el paro. Es un tipo de indemnización por despido que se implantó en Austria en el año 2002.
Se trata de un fondo creado para cada trabajador al que la empresa va aportando un 1,57% del salario bruto para que en caso de despido, el empleado, ya tenga su indemnización. Cada empleado tiene así su hucha propia de la que no puede disponer hasta que no lleve tres años trabajando. Se acumula dinero a lo largo de la historia laboral que sirve de indemnización en caso de despido. Es independiente de la empresa. No se pierde la antigüedad aunque se cambie de empresa.
El Nobel de Economía, Jean Tirole, no ha hablado de «modelo austriaco» pero sí de contrato único. “Por proteger demasiado a los asalariados, no se les está protegiendo en absoluto”, ha asegurado recientemente Tirole al hacer referencia a la brecha entre os que tienen un contrato fijo y los jóvenes con un contrato temporal. En 2003 abogó por una reforma del mercado del trabajo, instaurando ese contrato único, aboliendo la distinción entre indefinidos y temporales. Junto con Olivier Blanchard, defendió instaurar un impuesto a las empresas con “demasiados despidos” a cambio de aligerar cotizaciones sociales y simplificación burocrática.