José Luis Feito es Presidente de la Comisión de Política Económica y Financiera de la CEOE desde el año 2000.
Licenciado en Ciencias Económicas, ha sido economista del Estado para después ocupar puestos en el Fondo Monetario Internacional, el Banco de España y ser Embajador de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Actualmente es además de miembro de la CEOE, presidente del Instituto de Estudios Económicos, y presidente de la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje.
En los últimos años, las declaraciones de Feito siempre lo han situado en el centro de la polémica. Su escaso ‘tacto’ no puede sino sorprender:
–“Son reacciones infantiles, inmaduras y absurdas” (28/05/2010). En plena negociación sobre la anterior reforma laboral así calificó la amenaza de huelga general de los líderes sindicales. Según Feito, “ Es absurdo. Eso es como el niño que dice a su madre para hacerle daño, que no come. Son reacciones infantiles, inmaduras. Que no están a la altura de los tiempos y de las circunstancias y que se producen por instituciones y personas que no son conscientes de la responsabilidad que desempeñan”.
-“En otros países hay muy buenos políticos y mucho mejores sindicatos” (7/10/2010). Así explicó en una ponencia en Albacete, que otros consiguieran salir más rápido de la crisis: “En otros países hay unas mejores condiciones. Hay muy buenos políticos, y mucho mejores sindicatos”.
-“ Cuanto más caigan los salarios por persona ocupada y hora trabajada, mayores serán las posibilidades de aumentar el empleo e impulsar la actividad productiva” (20/03/2010). Así expresó su punto de vista en un artículo publicado en la revista de la Cámara de Comercio y titulado “La crisis, los costes salariales y el empleo”.
-“Es una tomadura de pelo lanzar el mensaje de que el subsidio del paro se puede prolongar indefinidamente” (18/02/2010). Ya entonces, cuando todavía no se había cerrado la reforma laboral del gobierno Zapatero, Feito aseguró que había que modificar la estructura del subsidio del paro en referencia a la prolongación de una prestación mínima para la gente que había agotado sus dos años de prestación.