En su último comunicado oficial, la Reserva Federal decidió retirar la palara “paciente” habitual en su discurso a la hora de referirse a la política monetaria del país. No obstante, la presidenta de la autoridad monetaria estadounidense, Yanet Yellen, aseguró que la decisión no quería decir que la Fed tuviera mucha prisa en empezar a subir el precio del dinero. Los mercados reaccionaron con alegría y el euro subió con fuerza frente al dólar.
Sin embargo, en cuestión de unos pocos días los últimos datos conocidos (de ventas de viviendas nuevas y de inflación) en la primera economía del mundo han revitalizado los miedos a que esa subida de tipos llegue rápidamente, tan pronto como en septiembre.
En febrero, las ventas de nuevas viviendas unifamiliares en Estados Unidos registraron un gran aumento del 7,8% en comparación con el mes anterior, tras pasar de 500.000 unidades hasta 539.000. Se trata del nivel más alto en siete años.
Las ventas de viviendas nuevas se incrementaron un 24,8% comparación con el mismo mes de 2014, cuando la cifra anualizada fue igualmente de 432.000.
El precio mediano de venta se situó en el segundo mes de 2015 en 275.500 dólares (251.995 euros), un 2,6% más que hace un año, mientras que el precio medio fue de 341.000 dólares (311.906 euros), un 4,6% más que el registrado en febrero de 2014.
El número de viviendas nuevas a la venta en Estados Unidos se situó a finales de febrero en 210.000 unidades, suficientes para cubrir la demanda durante 4,7 meses al actual ritmo de ventas.
La inflación, al alza
Por su parte, los precios también han dado señales de vida y también contribuyen a meter presión a Yellen. La tasa de inflación mensual de EEUU experimentó en febrero un repunte del 0,2% con respecto a enero, cuando había bajado siete décimas, en lo que supone el primer alza de precios desde octubre de 2014.
En concreto, el precio de los alimentos subió un 0,2% en comparación con enero, cuando se había mantenido sin cambios, mientras que el precio de la energía subió un 1%, tras haber caído un 9,7% en enero.
De este modo, la inflación subyacente experimentó un repunte mensual del 0,2%, en línea con el dato del mes anterior. En comparación con febrero de 2014, los precios se mantuvieron estables, mientras que el dato subyacente de inflación, que excluye el impacto de alimentos y energía, registró un repunte del 1,7%.