Ha destacado este miércoles que Barcelona es una ciudad abierta a las ideas y las inversiones como nuevas formas de transporte, pero «otra cosa es que plataformas especulativas pretendan hacer grandes negocios sin pagar impuestos ni respetar las reglas del juego y con competencia desleal».
Ha advertido de que «no puede ganar la ley de la selva y que el más fuerte pueda invertir más y reventar precios» para generar un monopolio y luego subirlos sin control, por lo que las VTC pueden operar en Barcelona pero cumpliendo las reglas como todos, ha dicho.