Los bancos intervenidos, los que han recibido el »rescate» europeo, únicamente atienden el 20% de las solicitudes de crédito. Así lo ha denunciado el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Terciado, que también apunta a que la banca sana atiende únicamente el 30% de las peticiones.
«Yo no me creo que el 70% o el 80% de las pymes sean insolventes, porque estarían todas cerrando y todavía tenemos más de tres millones de actividades empresariales», ha subrayado Terciado, que ha insistido en la necesidad de «desatascar» el crédito cuanto antes.
Terciado, en declaraciones a la cadena Cope, ha señalado que después de seis años de crisis, los balances de las empresas «están muy resentidos» y las entidades financieras, a la hora de conceder créditos, han elevado mucho sus exigencias, por lo que la mayoría de las solicitudes se descartan por falta de solvencia.
El presidente de Cepyme ha abogado por cambiar el modelo de garantías existente en el sistema bancario. «No podemos continuar con que la garantía hipotecaria o de un bien sea la que se utilice a la hora de solicitar un crédito. Tiene que haber una mayor profesionalidad en el mundo financiero. Tiene que modificarse para que realmente sea el negocio el que dé garantías al crédito solicitado», ha enfatizado.
Terciado ha recordado que las entidades financieras han recibido 40.000 millones de euros para sanearse, un proceso que, en su opinión, no ha finalizado, y al que podría ayudar el que España pidiera algo más de dinero dentro del importe total que se le ofreció.
«Las entidades rescatadas deben sanearse por completo. A lo mejor necesitan algo más para dar crédito, tiene que haber alguna herramienta que desatasque el crédito», ha insistido.
«Las pymes y los autónomos hemos pasado a pelo esta crisis (…) Las medidas se están empezando a diseñar, pero algunas se dilatan hasta el próximo año, y nosotros hemos pedido más celeridad, aunque bienvenidas sean», ha dicho.
Terciado ha asegurado que la recuperación económica «está empezando a vislumbrarse en términos macroeconómicos, pero falta, ha dicho, «que llegue a lo micro: a los autónomos, a las familias y las empresas». «Eso tiene que empezar pronto», ha concluido.