Quedan menos de 24 horas para que conozcamos la reforma laboral que el Gobierno ha mantenido practicamente en «secreto», y con la que pretende atacar una cifrá récord en Europa: 22,85% de población activa en paro (según la EPA).
Es una reforma urgente, que ya se ha demandado varias veces desde la Unión Europea. Aunque en los últimos meses, sindicatos y patronal han acercado posiciones, no han conseguido un acuerdo global sobre la reforma. Por eso, tal y como advirtió Rajoy, es la hora del Gobierno.
Poco se ha desgranado sobre su contenido. Ni siquiera la comparecencia de Fátima Báñez, la ministra de Empleo, ante la comisión del Congreso, desveló las líneas maestras de la esperada reforma. Báñez, se escudó en el «respeto institucional» al Consejo de Ministros.
Este jueves, de nuevo desde el Congreso,Báñez ha defendido que la reforma será «útil para conseguir en el corto plazo destruir o frenar la sangría de destrucción de empleo».
La ministra de Empleo y Seguridad Social, ha asegurado que la reforma será «estable y equilibrada», y «no irá contra nadie», dado que está pensada en los cinco millones de parados y en los jóvenes «que no tienen oportunidades».
Además, será «completa y no un parche» y «pondrá las bases para que el empleo que se cree cuando antes sea estable y de calidad», según avanzó la titular de Empleo durante su intervención en el pleno de control al Gobierno del Congreso.
«La reforma laboral que aprobará el Gobierno será una reforma para el empleo estable, pensado en los ciudadanos, sobre todo en los parados y en los jóvenes», insistió Báñez.
Como ya apuntó el martes, la reforma «buscará tres cosas fundamentales»: la estabilidad en el empleo, la flexibilidad interna de las empresas y aumentar los derechos y oportunidades de los trabajadores con más formación.
En este sentido, Báñez reiteró que la reforma incluirá medidas específicas para combatir el desempleo juvenil que, tal como avanzó el pasado martes en su comparecencia en Comisión, incluyen una «profunda reforma» de la Formación Profesional, y la creación de una «cuenta de formación» que acompañe al trabajador en toda su vida laboral.
Asimismo, se «simplificarán y reodenarán» las bonificaciones al empleo juvenil y se fomentará el autoempleo con la puesta en marcha «a medio plazo» de un sistema de capitalización del 100% de las prestaciones por desempleo para que los jóvenes promuevan sus propios negocios.
SOLUCIONES AL PARO JUVENIL.
Además, de estas medidas, Báñez reveló que el Gobierno ha constituido una mesa de diálogo junto con las comunidades autónomas, los agentes sociales y expertos en la materia cuyo objetivo será buscar soluciones para el desempleo de los jóvenes.
La titular de Empleo recordó que el Gobierno destinarán también a combatir el paro jóvenes los 10.700 millones de euros que corresponden a España de los fondos europeos no utilizados que la UE ha acordado destinar a fomentar el empleo.