El presidente de la Generalitat, Artur Mas, asegura que una Cataluña con Estado propio tendría menos presión fiscal y combatiría de forma eficiente el fraude fiscal, una moderación fiscal que, ha matizado, no es posible en el corto plazo a causa de la crisis.
«Cuando veo la posibilidad de Estado propio en el horizonte, lo que veo es un país con menos presión fiscal y eficacia en la lucha contra el fraude fiscal«, ha destacado Mas en un encuentro con pequeños y medianos empresarios acompañado del presidente de Pimec, Josep González.
En este sentido, ha recalcado que se debe ir hacia la moderación fiscal, algo que se puede conseguir si una parte de los recursos que genera Cataluña se queda en el territorio catalán.
No obstante, ha matizado que esta moderación fiscal no se podrá empezar a ejecutar en 2013: «Aunque las respuestas no gusten, procuro que sean las que veo que son, porque plantearlo de otra manera sería engañar o autoengañarnos»,
Ha indicado que no se atreve a bajar los tipos altos del IRPF, que ha admitido que es el más alto de la Unión Europea con un 56 por ciento: «En un momento en que debes recortar por aquí y por allá, aunque la recaudación sea relativamente poca, no podemos hacer un cambio en esta línea».
En contrapartida, ha señalado la «práctica eliminación» del impuesto de sucesiones, aunque ha advertido de que el Gobierno que preside no puede ir más allá en fiscalidad actualmente, si bien ha aclarado que se procederá a una moderación general en cuanto el Ejecutivo catalán pueda.
Cataluña iría mal, como España
Por su parte, el primer secretario del PSC y candidato a las elecciones catalanas, Pere Navarro, avisa de que una Cataluña independiente sería «probablemente también un país intervenido, como lo es España«, y hasta con un margen de maniobra aún más estrecho.
En una conferencia este viernes en la Cámara de Comercio de Barcelona ante más de un centenar de empresarios, ha asegurado así que «nadie» puede asegurar que la independencia conllevaría ser más ricos y prósperos.
Según Navarro, una Cataluña independiente decidiría por ella misma con las mismas limitaciones de soberanía que hoy sufren España, Grecia y Portugal en el marco de la soberanía compartida con Europa, «y seguiría teniendo unas dificultades económicas muy importantes y para salirse de esta situación».
«Seguiríamos siendo un país altamente endeudado, como lo es España, Italia y hasta Francia, Y probablemente también un país intervenido, como lo es España, quien sabe si con un margen de maniobra aún más estrecho», ha sostenido.
Ha llamado así a no generar «ilusiones falsas que después lleven a grandes frustraciones», y ha insistido en abordar la celebración de un referéndum específico sobre la independencia siempre que sea legal y acordado entre el Gobierno y el Estado, como el Reino Unido con Escocia.
Contrario a la independencia
Pese a defender la celebración de un referéndum, el dirigente del PSC ha dejado claro que defiende una posición favorable al federalismo, contrario así a la independencia: «Que nadie lo dude».
Ha erigido al PSC como la formación que propone la alternativa sensata porque «la solución federal es políticamente la más estable, económicamente, la más viable, y socialmente, la más justa».
También ha garantizado que el PSOE aceptará la reforma de la Constitución para avanzar hacia un Estado federal que reconozca la singularidad catalana, y que así lo defendió el líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba: «No le garantizo que todos los militantes estén de acuerdo, pero la dirección del PSOE está de acuerdo en la reforma constitucional para avanzar hacia un Estado federal«.
«Puede que no estemos al 100% de acuerdo, pero sí en la música. La letra luego la tenemos que poner entre todos», ha añadido, tras admitir que no es una propuesta fácil y que provoca resistencias en el seno de los socialistas españoles y populares.
Sin embargo, donde Navarro ha augurado más problemas en este ámbito ha sido en el PP, aunque ha asegurado que también empiezan a haber voces que abogan por reformular el Estado de las autonomías y reconocer la singularidad de autonomías como el País Vasco y Cataluña.
Navarro ha apelado a recuperar el »espíritu de la Transición» en la línea del pacto y la negociación, y a aparcar la «insensatez» del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y del Gobierno, Mariano Rajoy, y más cuando considera que estos dos nacionalismos aparentemente irreconciliables no tienen ningún problema en ponerse de acuerdo cuando es necesario.
Además, ha cargado contra las declaraciones del expresidente del Gobierno José María Aznar que, a su juicio, volvió a actuar como «un dóberman con palabras y propuestas para encender un poco más el fuego».
El presidente de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls, ha expresado su temor de que en las próximas elecciones se debata sólo en torno al eje nacional y no se aborden cuestiones primordiales a nivel empresarial en «momentos tan cruciales» como las políticas de internacionalización, innovación y de infraestructuras, entre otras.
«La próxima legislatura será clave para diseñar el escenario de futuro, que debe permitir el crecimiento de las empresas, y es importante la mejora de su competitividad», ha concluido.
Lo que Aznar piensa de verdad
Por su parte, Francesc Homs ha descartado que se produzca un hipotético boicot en caso de que Cataluña se convierta en un estado independiente: «Hablar de boicot solo se puede hacer desde el desconocimiento. Esto es inexistente. Si un producto es bueno, se comprará esté hecho donde esté hecho».
En declaraciones a Radio 4 también ha afirmado que «Lo que piensa el PP es lo que expresa Aznar, que no se presenta a las elecciones y no hace tantos cálculos» y que según él dice lo que pasará tras las elecciones del 25 de noviembre.
El portavoz catalán ha ironizado con que es una casualidad que dirigentes populares hayan cambiado el «tono» una vez pasadas las elecciones autonómicas, en el País Vasco y Galicia, y tienen que afrontar las catalanas mirando para no perder votos. «Es un discurso más suave en las formas pero en el contenido continúa siendo el mismo».