Los mensajes que manda el gobierno alemán son contradictorios con respecto a Grecia. Si ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle. aseguraba que su ejecutivo estaba dispuesto a relajar el calendario de reformas de Atenas, menos de 24 horas depués miembros del mismo Gobierno se desvinculan de estas declaraciones.
Una contradicción que los medios griegos también recogen. El corresponsal de la televisión estatal griega en Berlín, señalaba esta mañana que no sabía «como trasladar la posición alemana».
Westerwelle dijo que después de la victoria electoral de los partidos pro-rescate de Grecia el fondo del programa de reformas se mantenía y no era negociable, pero que Alemania estaba dispuesto a discutir el marco temporal para ponerlo en práctica.
Unas horas después de esas declaraciones diversas fuentes del Gobierno alemán han confirmado a las agencias de noticias que
«lo propuesto por Westerwelle no se ha acordado».