El 18 de agosto comenzó el idilio entre ambos. Sucedió en el Gamper, ante un flojo rival como el León mexicano, pero la pareja Neymar-Messi destrozó a su rival con tres goles en la primera parte. Y la cosa fue rapidita porque a los tres minutos una combinación entre ambos finalizó con el primer tanto de Neymar.
Cada vez que están en el campo ambos se buscan. Sucedió en la pasada jornada en el partido de Villarreal cuando el brasileño dio un balón de oro a Leo para que se fuera hasta la línea de fondo y diera el pase de la muerte a Sandro. El tanto se lo apuntó el canterano, pero el mérito fue de los dos cracks.
Ante el Athletic, ambos coincidieron otra media hora en el campo. Fueron los encargados de romper el partido. En los dos goles Leo se puso el traje de asistente y dio dos excelentes pases a Neymar, que esta vez no falló. Es evidente que Luis Enrique quiere que las dos grandes estrellas de este equipo se busquen en el campo y se asocien. La pasada campaña no fue así. Al contrario, cada uno parecía hacer la guerra por su cuenta con un exceso de individualismo.
«Este año jugamos más juntos y cada vez nos vamos entendiendo más», declaró Neymar al finalizar el partido justo después de recordar que Messi es el mejor jugador del mundo. El brasileño sabe que es fundamental encontrarse sobre el césped con su compañero, que esta temporada parece mucho más interesado en el brillo del equipo que en el suyo personal.