Al Atético de Madrid ya se le exige como lo que es, el campeón de Liga, y, a pesar de que no ha perdido ningún partido en la competición doméstica, en el Calderón hay murmullos y algunos pitos de desaprobación. Contra el Eibar se silbó a Mario Suárez y ante el Celta a Raúl Jiménez y… al »Cholo», que estaba en el palco y ordenó el cambio de Raúl García por Griezmann. El Atleti ha encadenado dos partidos sin ganar. Perdió en el debut de la Champions contra el Olympiacos y empató ante el Celta. Este miércoles visita al Almería y algunos jugadores ya hablan de jugar una final. El calendario que tiene por delantes va a medir el potencial de este Atleti que, después de ganar el derbi, deja algunas dudas con respecto al de la temporada pasada. Almería, Sevilla, Juventus y Valencia son los puertos de alta montaña a los que se enfrenta el conjunto rojiblanco.
¿Qué es lo que ha ocurrido y qué tiene que solucionar el »Cholo» para recuperar la mejor versión de un equipo que era insufrible para sus rivales? ¿En dónde ha aflojado y en qué está fallando? ¿Le han cogido la medida? Son algunas de las cuestiones que se plantean. Hablamos de los pecados capitales del equipo de Simeone.
El bloque ha perdido solidez. En Atenas se encendieron las primeras alarmas. El Olympiacos le hizo tres goles a un equipo que la temporada pasada solo recibió tres tantos en el campo de Osasuna y en el Bernabéu en la ida de las semifinales de la Copa. La imagen que ofreció en Atenas, como bloque, fue mala. Hubo despistes en defensa y desajustes en sus líneas. Lo mismo sucedió ante el Celta. El primer gol que encaja Moyá resulta extraño de explicar en un remate de tacón de Pablo Hernández. El Celta, como el Eibar anteriormente, tuvieron en muchas fases del partido en el Calderón el control del juego y el dominio de la pelota. En el primer partido de Liga, en Vallecas, el Rayo también hizo correr demasiado a los rojiblancos detrás de la pelota.
Demasiados goles encajados. Solo ha dejado la portería a cero contra el Rayo. En el resto de partidos ha encajado goles: tres en la Champions, dos contra el Celta y uno ante el Eibar y el Real Madrid. Una de las claves del Atleti la temporada pasada fue convertirse en un equipo casi imbatible, al que era difícil crearle ocasiones y hacerle goles. En este sentido no se puede culpar a Moyá, en la Liga, porque ha sido uno de los más destacados. Sobre todo en el derbi contra el Real Madrid. En la primera parte del Bernabéu tuvo intervenciones de mérito. Los goles que encaja son consecuencia de un desequilibrio táctico, perdida de solidez e, incluso, peor forma física que repercute en una bajada de la intensidad.
La forma física. En uno de los últimos entrenamientos se ha podido ver al preparador físico, el »profe» Ortega, exigiendo a sus jugadores que hicieran correctamente un ejercicio de abdominales. Es solo un detalle para entender si los jugadores necesitan mejorar su condición física. La temporada pasada era un equipo robusto, que garantizaba regularidad en su esfuerzo, intensidad y sacrificio durante todo el partido. El Atleti ha anulado el talento de sus rivales y ha impuesto su estilo con una presión alta para robar la pelota, cerrar líneas, no dejar espacios y provocar el error en el adversario. Esto no está sucediendo con tanta regularidad en este incio de la temporada y se puede deber a un bajón físico.
Falta pegada y Raúl Jiménez está en el punto de mira. El Atleti lleva marcados seis goles, entre la Liga y la Champions, cuando a estas alturas de la temporada pasada había hecho catorce. La pegada ha disminuido, sobre todo sin Diego Costa, y la está compensando con el acierto de los centrales (Miranda y Godín) y de Mandzukic. El méxicano Raúl Jiménez, que ha jugado tres de los cinco partidos de titular, todavía no ha marcado. Raúl García es otro de los que no se ha estrenado y se espera que empiece a ser más eficaz el italiano Cerci. Preocupa, sobre todo, el delantero mexicano. Va a tener que ganarse el cariño de la afición con goles y mucho esfuerzo. De momento no ha marcado ninguno y en el encuentro ante el Celta escuchó los silbidos de un sector de la afición cuando fue sustituido por el »Cholo». Al margen de su rendimiento deportivo, va a tener que borrar de las cabezas de los aficionados rojiblancos esos mensajes en los que mostró su predilección por el Real Madrid. Raúl Jiménez fue titular ante el Celta para jugar de »9», por el lesionado Mandzukic, y no transmitió el carácter, agresividad ni intimidación con la que juegan Diego Costa y Mandzukic. El »Cholo» ha pedido paciencia con el mexicano.
La rotación en la portería. A Simeone se le ha criticado que cambiara el portero en el partido contra el Olympiacos. Dio entrada a Oblak por Moyá cuando el portero mallorquín acababa de completar un excelente encuentro en el derbi liguero del Bernabéu. Oblak encajó tres goles en Atenas. No fue el máximo responsable porque el equipo tuvo una fragilidad y unos despistes que perjudicaron el guardameta esloveno. Pero esta decisión de rotar a los porteros ha sido la primera que le han criticado al técnico argentino.
El cambio de Griezmann. La segunda decisión que no ha entendido la afición es la de quitar a Griezmann en el partido contra el Celta. El »Cholo» dejó en el campo a Raúl Jiménez y decidió sacar al francés por Raúl García. El cambio provocó un murmullo y algunos pitos de desaprobación en el Calderón por entender que Griezmann era el jugador que más peligro estaba creando. Simeone explicó que pretendía darle más poder ofensivo al juego directo con los balones colgados al área.
Gabi no está a tope. Simeone necesita recuperar cuanto antes la mejor versión de su capitán. Gabi es el jugador que lidera el centro del campo, que hace de visagra con los centrales y los que juegan más adelantados. Si Gabi no está en su mejor momento de forma física y rinde al máximo se resiente el bloque. El »Cholo» le ha sacado del campo en dos partidos (Real Madrid y Olympiacos) para buscar otras soluciones al juego del equipo. Cuando fue sustituido en el Bernabéu y entró por él Turan, el equipo experimentó una clara mejoría. Es uno de los indiscutibles del »Cholo», pero esta temporada no ha empezado bien.