Joan Cañellas, central de la selección española de balonmano, aseguró en la despedida del equipo antes de partir a Francia para el Mundial que el combinado nacional acude al evento «con la ilusión de demostrar el potencial que tiene el equipo y objetivos elevados».
España, que debutará el jueves ante Islandia dentro del grupo B que comparte con Macedonia, Túnez, Eslovenia y Angola, reaparece en un torneo grande tras la plata en el Europeo de Polonia 2016 y la ausencia en los Juegos de Río. Las exigencias vuelven a ser máximas, pero Cañellas, 139 veces internacional, se muestra tranquilo.
«La presión nos viene más de fuera, pero está claro que el objetivo es elevado porque hemos hecho bien las cosas y después de los Juegos queremos demostrar de lo que somos capaces. Volvemos a una gran competición y queremos ser protagonistas y demostrar el potencial de este equipo», dijo a EFE el jugador catalán.
Según Cañellas, se inicia un nuevo ciclo que la selección debe afrontar con prudencia y dando tiempo al proyecto.
«Tenemos ilusión y ganas de hacer un buen papel, pero debemos ir paso a paso. Vamos a tener enfrente rivales difíciles. De entrada hay que ganar a Islandia y Túnez y encarrilar la clasificación. Estamos en un grupo bastante completo. No es el más fuerte, falta una gran potencia, pero no hay que caer es exceso de confianza», explicó.
Para el jugador del Vardar de Macedonia, «una de las claves será empezar bien para adquirir moral y confianza, y después si encabezamos el grupo será importante para evitar a Francia en octavos y tener un rival más accesible». Luego, añade Cañellas, «será un camino a vida o muerte».
«Francia es el anfitrión, juega en casa y eso puede afectar a los árbitros. Hay que mentalizarse en ello y llevarlo bien. Son los favoritos, pero veremos si gana, porque hay más equipos a tener en cuenta.
España debutará el jueves frente a Islandia en la ciudad de Metz a las 20.45 horas. Empieza el camino para recuperar los pasos perdidos. Un nuevo técnico al frente, Jordi Ribera, viejas ambiciones y un sueño: ganar a Francia, el ogro español, en su propia casa.