Rafael »Rafa» Guerrero forma parte de la historia del arbitraje español. No en vano estuvo en activo como asistente durante 20 años, de los cuales 14 fueron en Primera Divisón. Polémico, divertido, exigente y, como él mismo reconoce, «un auténtico amante del fútbol». Repasamos con él en exclusiva cómo ve el Clásico, a Fernández-Borbalán -el árbitro de la contienda-, anécdotas del partido…
A Rafa Guerrero le gusta el nombramiento del andaluz David Fernández-Borbalán como el colegiado del partido. «La verdad es que me da tranquilidad. Es joven, debutó en un Clásico en la pasada Supercopa de España y lo hizo muy bien. De hecho, fue incluso felicitado por la UEFA, que también acabó muy satisfecha con su arbitraje. Si marca la distancia con el futbolista desde el principio, estoy seguro de que sacará el partido adelante», opinó el exasistente sobre el que se centrarán muchas miradas durante y después del partido.
En cuanto a las claves para realizar un buen arbitraje en el Santiago Bernabéu, Guerrero lo tiene claro: «un Clásico no se arbitra, se dirige. Es un partido especial, diferente. Tenemos la suerte de tener en el fútbol español un partido que se sigue en todo el mundo. Por ello, para mí, es uno de los encuentros donde menos problemas hay. El Clásico es otra historia. En mi opinión es mucho más problemático arbitrar un partido donde se juega el descenso que un Real Madrid-Barcelona», nos contó.
Para él, «lo más importante es dialogar con el jugador. El árbitro debe dirigir y, sobre todo, tener temple. Debe estar muy pendiente de cada acción. Se trata de tener el control del partido para que los futbolistas no crean que son ellos el que lo tienen. Si hay que sacar una roja en el minuto uno, se saca. Lo importante es proteger al futbolista pero teniendo cuidado con el listón que se pone y más en los primeros compases. Dejar jugar al máximo y sólo señalar las situaciones que sean muy claras», prosiguió, contento por poder hablar del partido «con naturalidad».
Y es que, como él mismo se declara, es un «amante del fútbol«, al que le «encanta hablar de todo lo que tenga que ver con el juego. De hecho, creo que es fundamental que te guste el fútbol para ser árbitro y, si lo has practicado, mucho mejor. A mí me encanta», nos relató, antes de narrarnos la anécdota que siempre se le viene a la cabeza antes de un Madrid-Barcelona.
«Siempre recordaré el encuentro en el que Raúl mandó callar al Camp Nou cuando marcó el 2-2. Pero no por eso. Unos minutos después, Sergi Barjuán (defensa del Barcelona), detuvo un balón clarísimo sobre la línea, evitando un gol del Madrid. El penalti fue clarísimo pero ninguno de nosotros lo vio. A mí me tapaba Nicolás Anelka, que estaba en medio y que es lo único que hizo en su periplo por España. Y es que un Clásico siempre deja algo especial», reconoció entre carcajadas.
Por último no quiso dejar pasar la oportunidad de repasar algunas de las situaciones conflictivas de los últimos partidos entre estos dos equipos. «Odio las protestas continuas de los jugadores pero odio todavía más las entradas duras. Lo único que les pido a los jugadores que disputen el partido del sábado es que den ejemplo, que el fútbol es para los niños y que se comporten al nivel que tienen como futbolistas», concluyó.