Uno de los jugadores más destacados del actual Athletic es Markel Susaeta, un puñal pro la banda, presencia y calidad personificada con la pierna derecha. Eso es lo que se ve cada fin de semana en los partidos del Athletic. Pero hay otros aspectos de Markel que no se conocen tanto, y para ello, Teinteresa se puso en contacto con la madre del futbolista, Maite Lascurain, que atendió amablemente la llamada de este periódico.
Según Maite, Susaeta «nació con una pelota en los pies». Procedente de una familia de deportistas, pero ninguno vinculado con el fútbol, empezó a destacar desde muy pequeño en el parque ubicado debajo de la que es la casa de sus padres en Eibar. Allí se juntaba con sus tres amigos de toda la vida para jugar al fútbol. Curioso teniendo en cuenta que su padre hacía atletismo y su hermana gimnasia rítmica, a Markel le gustó más un deporte con balón.
“Si no estudias, no vas a Lezama”
Con 9 años, los cuatro amigos se juntaron para hacer las pruebas de selección el Athletic en Lezama y Susaeta fue elegido para entrar en la cantera de ‘Los Leones’. Eso le dio una formación como futbolistas y a sus padres una “excusa” para que el niño estudiara. “si no estudias no vas a Lezama” le decían sus padres cuando empezaba a destacar. “El era de los que le gustaba más jugar al fútbol que estudiar”, relataba Maite: “De modo que Lezama era el premio si aprobaba”.
Susaeta era feliz y sus padres también, pero cada final de temporada había un pequeño temor en los ojos del pequeño Markel. “¿Y si no paso de categoría y no vuelvo a Lezama?» Sus padres el tranquilizaban “si no pasas, no pasa nada, disfruta de lo que estás haciendo y de lo que tienes” le decían cada final de temporada y paso a paso, disfrutando como el que más, ha llegado a la Champions. “A él le preocupaba no pasar porque veía a todos los compañeros que se quedaban por el camino, pero él siguió y mira donde está ahora”.
Sobre si se esperaba este éxito Maite exclamaba “¡Qué va! Ni siquiera fui a San Mamés en el partido de la clasificación, yo no quería darle más importancia de la que quiero que tenga, también por él. De hecho cuando viene a vernos a Eibar-cosa que hace mínimo una vez a la semana- en casa se habla de todo menos de fútbol ¡Bastante tiene ya el chaval! Markel es un chico familiar, así lo contaba su madre “Le encanta Eibar porque es donde ha crecido, tiene aquí su panda de amigos, a su familia y a su sobrina Uxue, que tiene dos años a la que adora”.