Brasil y Holanda, que lucharán el sábado en Brasilia por el tercer puesto en el Mundial-2014, son dos selecciones que traicionaron su fútbol en este torneo. Tanto Luiz Felipe Scolari, con un sistema defensivo, lejano del »jogo bonito», como Louis Van Gaal, amigo del contragolpe, recibieron muchas críticas en sus propios países.
«Es un pecado que países como Brasil y Argentina aprovechen tan poco su talento», afirmó el exjugador holandés Johan Cruyff antes de las semifinales del Mundial, después de haber criticado duramente el sistema conservador de su compatriota Louis Van Gaal.
Para Cruyff, el único equipo en la última fase del torneo que mostró un fútbol atractivo, fue Alemania.
«Por el bien del fútbol espero que pase Alemania. Es el único de los cuatro semifinalistas que está mostrando buen nivel», señaló, criticando a Holanda, Brasil y Argentina.
Brasil apostó por el fútbol defensivo al nombrar a Scolari en 2012, agobiado por las urgencias que le empujaba tener pronto su Mundial en casa, tras destituir a Mano Menezes.
Scolari era el ultimo campeón del mundo con Brasil, tras ganar el título en Corea del Sur y Japón en 2002, por lo que la federación trataba de protegerse.
Y sus cifras no fueron malas, ganando la Copa de las Confederaciones de 2013, tras derrotar por 3-0 a España en la final. En 28 partidos al frente de la selección brasileña, en su segunda época, ganó 19, empató 6 y perdió 3, dos amistosos contra Inglaterra y Suiza y la semifinal contra Alemania.
Pero pese a esas cifras, su juego siempre fue muy conservador, en una traición al juego bonito, en el mismo estilo que el Brasil de Dunga en el Mundial de Sudáfrica-2010, que acabó siendo eliminado en cuartos de final por Holanda (2-1).
Scolari es tal vez el entrenador que menos juego ofensivo ofreció después de que Brasil abandonara definitivamente su táctica muy ofensiva como consecuencia de la derrota en la segunda fase del Mundial de España-82 contra Italia (3-2) en Barcelona.
En noviembre de 2012, tras la destitución de Mano Menezes, se habló de la posibilidad de que el puesto de seleccionador fuera para el español Pep Guardiola, uno de los técnicos más ofensivos de los últimos tiempos, pero la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) acabó eligiendo a Scolari.
Según una encuesta realizada por el periódico deportivo Lance entre los lectores de su página de internet, Guardiola era el preferido del 62 por ciento de los 20.226 hinchas que habían votado, muy delante de Scolari (15%).
«No es normal que Brasil no tenga un mediapunta de organización, un camiseta 10. Es inaceptable para la historia de Brasil», afirmó tras la derrota ante Alemania, el defensa Carlos Alberto, campeón con Brasil en México-1970.
Si Scolari ha traicionado el »jogo bonito», Louis Van Gaal ha hecho lo propio con el fútbol total, de ataque, que hizo que la selección holandesa comenzara a destacar a principio de los setenta.
Van Gaal decidió apostar por un 5-3-2, tratando de proteger a su equipo desde la defensa, acumulando hombres en la parte trasera de su campo, para tratar de aprovechar la velocidad de jugadores como Arjen Robben o Robin van Persie.
«¿Qué es ser un equipo ofensivo?. Yo tengo que plantear un sistema para ganar los partidos y este me está permitiendo ganarlos», afirmó durante el Mundial, ante las críticas que le caían, Louis Van Gaal.
La mayores críticas le cayeron de su compatriota Johan Cruyff, defensor de la escuela ofensiva del Ajax y de Holanda de los años setenta, en dos equipos que era la estrella.
«Está en octavos, pero su fútbol es muy discreto», dijo Cruyff después de que Holanda superara la primera fase.
De todas maneras, Holanda no tendrá más a Van Gaal, que se marcha al Manchester United la próxima temporada, ni tampoco parece probable que Brasil continúe con Scolari.