Cildo Meireles, que ha redefinido el arte conceptual desde finales de los años 60, propone una experiencia sensorial en la contemplación de sus obras. Según ha explicado el artista, es una muestra que puede disfrutar un ciego, porque «no es que la visión sea importante, pero los otros sentidos también son importantes». «Es la utopía de la totalidad», ha apuntado.
Entre sus instalaciones destaca »Abajur», una enorme lámpara, con imágenes del mar y grandes veleros, que se activa mediante una dinamo. Mientras, »Olvido» reproduce un tipi (tienda típica de los indios nativos americanos) y ha sido realizada con 6.000 billetes de distintos países de América colocados sobre miles de tibias de buey, todo ello presentado dentro de un círculo compuesto por 70.000 velas.
La pieza »Amerikkka» está formada por un suelo compuesto por 20.000 huevos de madera sobre el que se puede caminar sin calzado. En un inmenso techo sobre la cabeza del visitante, aparecen incrustadas 50.000 balas doradas.
El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, ha destacado, en declaraciones a Europa Press, que Meireles es «uno de los artistas más importantes de su generación», que ha modificado «algunos de los principios del neoconcretismo latinomaericano».
Además, ha destacado su compromiso con la libertad y ha explicado que la crítica a las instituciones que el autor realiza con su obra está influida por las dictaduras latinoamericanas que le tocó ver de cerca. Así, ha destacado especialmente «cómo trabaja el aspecto poético dentro de estas reivindicaciones».
«Hay artistas que creen que la utopía está fuera de la sociedad, pero él cree que está dentro». «La muestra es muy atractiva en contenido y es bellísima a nivel plástico y formal», ha reseñado.
Joao Fernandes, comisario de la muestra y subdirector de Conservación, Investigación y Difusión del Museo Reina Sofía, ha destacado que la escultura y la pintura del artista «desborda los límites espaciales y conceptuales de su objeto».