“A principios de 1965, iba con Mercedes y mis dos hijos para un fin de semana en Acapulco, cuando me sentí fulminado por un cataclismo del alma tan intenso y arrasador que apenas si logré eludir una vaca que se atravesó en la carretera”.
Así contaba García Márquez cómo se le aclaró la mente en un fogonazo genial para escribir Cien Años de Soledad, la novela que le consagró. mundialmente como escritor de altura.La idea le venía rondando desde hacía tiempo. Muchos grandes escritores confiesan en sus memorias que sus obras cumbres maduraron en su mente como una inmensa agitación, y de repente se sentían ‘agarrados’ por una inspiración subyugadora.
El colombiano confesaba que él quería escribir «una novela desmesurada, no solo distinta de cuanto había escrito hasta entonces, sino de cuanto había leído”. A partir de ahí empezó su sufrimiento artístico. Cuando regresó a Ciudad de México, se sentó en la máquina para escribir una frase inicial “que no podía soportar dentro de mí”. Más detalles en la información.com