El Consell y los empresarios de la Comunitat Valenciana afrontan la salida de la crisis con la convicción de que es necesario reivindicar la «imagen real» de la autonomía, apostar firmemente por la exportación y por la innovación –sobre todo de gestión, no sólo de producto– y lograr atraer inversión extranjera, con especial atención a mercados pujantes como los asiáticos y el brasileño.
Así lo han señalado este jueves en una jornada organizada en Valencia por Deloitte, ApD y Cierval, en sus respectivas conferencias, el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch; el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, y el vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, quien ha recalcado que «la única salida» para las economías española y valenciana es la exportación.
Buch ha valorado la iniciativa organizada para «enfocar las salidas» de la Comunitat Valenciana por considerar que lo que necesitan es precisamente que «los empresarios y los directivos piensen en el futuro, en cómo crear puestos de trabajo» y «en cómo vamos a salir» de una crisis que, a su juicio, ya tiene «cerca» su final. De hecho, considera que en el último trimestre de 2012 ya no habrá recesión.
El conseller apuesta por «dar menos ayudas y más préstamos, más medidas de estímulo», a fin de crear un escenario adecuado en el que se eliminen barreras y se facilite cualquier iniciativa empresarial. En concreto, invita a innovar para «convertir ideas en dinero» y en hacerlo «en todas las cosas, no sólo en producto», así como a ganar tamaño para «irse más lejos a vender», a Brasil, Colombia, India o China.
Buch ha destacado el esfuerzo del Consell para atraer inversión extranjera, para lo que prepara «información para explicar lo que es la Comunitat y las oportunidades que ofrece» y cuenta con «la ley de inversiones estratégicas, que facilita la entrada de capital extranjero, de inversiones que quieran venir». «Damos toda la información y toda la transparencia para explicar lo atractivo que es poder venir a invertir en la Comunitat Valenciana», ha resumido.
El presidente de Cierval ha incidido, asimismo, en la importancia de cerrar «un acuerdo colectivo» para mostrar la «imagen real» de la Comunitat y alejarla de cómo «se ve reflejada» dentro de España, y ha reivindicado, en este sentido, que «no podemos dedicarnos a defender cosas indefendibles» que «carecen de toda lógica económica, y algunas otras que, además, no se compadecen muy bien con la ética y en algunos casos ni siquiera con el Código Penal». «Pero lo hemos hecho, está ahí, y ésa no es la Comunitat Valenciana, eso es algo que han hecho algunas personas», ha zanjado.
DAR A CONOCER UN PLAN GENERAL DE SALIDA DE LA CRISIS
González urge a solventar la falta de financiación empresarial, rectificar la apuesta «exagerada» por un modelo de crecimiento «equivocado» –y cambiar de modelo mediante innovación, internacionalización y ganar tamaño– y, sobre todo, dar a conocer «un plan general» para afrontar la crisis, que «a lo mejor existe pero no se ha hecho público» de modo que «parecen medidas inconexas». «Tiene que haber un objetivo al final, y más si se exigen sacrificios». Además, pide a las administraciones que mejoren su gestión, «mimen» al sector turístico y atiendan a unos institutos tecnológicos que «languidecen por cuatro duros».
Preguntado por las declaraciones del presidente de Mercadona, Juan Roig, ha indicado que los bazares chinos no son el modelo hacia el que tender porque «somos una sociedad avanzada y tenemos que ser coherentes» y «dar servicios y productos de una calidad que nos permitan venderlos más caros y de esa manera, poder mantener la sociedad que tenemos y pagar los salarios que la gente se merece porque hace esos productos que tienen más valor». «Si alguien se plantea salarios europeos con productos de calidad baja, está muerto, no va a poder ser», ha zanjado González.
Sobre esa cuestión, Juan Iranzo atribuye esas manifestaciones a la convicción de que «la competencia es muy competitiva», idea que comparte, y ha destacado que esos comercios «compiten claramente en horario» y que Roig «sabe lo que hay que hacer» porque es «el gran triunfador» de un sector muy competitivo como es la distribución comercial de alimentos.
Ambos representantes empresariales coinciden en que difícilmente se creará empleo este año y reclaman que se simplifiquen los trámites burocráticos y se cree que un «entorno favorable» para poner en funcionamiento un proyecto empresarial. «Esas cosas no cuestan dinero, hay que gestionar, las administraciones no están muy acostumbradas a gestionar y tienen que gestionar y reducir la burocracia es fundamental», ha aseverado González, quien ha defendido que «hacer las cosas sencillitas no cuesta dinero y ayuda a que la economía funcione porque ahorra tiempo de gestiones».
«ESPABILAR» A LOS SERVICIOS PÚBLICOS DE EMPLEO
Entre las áreas en las que mejorar la gestión, ha destacado los servicios públicos de empleo, que «colocan entre el 4 y el 6 por ciento de los desempleados». A su juicio, «habrá que espabilar» porque «tienen miles de empleados en los servicios públicos de colocación de empleo y no colocan a nadie».
El presidente de Cierval ha advertido asimismo de que «la inversión en obra pública crea empleo y lo que no se puede hacer es bajar a cero todas las cosas», sino que «hay que priorizar porque tienes el dinero que tienes y hay que priorizar y decidir lo que se puede hacer y lo que no», a lo que ha agregado que el Corredor Mediterráneo «es la prioridad de las prioridades».
Por su parte, el representante del IESE ha valorado las reformas puestas en marcha, la financiera y «sobre todo la laboral» aunque reconoce que ésta tiene «algunos peros» –él habría desjudicializado los procesos y reducido el coste del trabajo con bajada de cotizaciones e incluso una subida del IVA– y que «quedan otras» pendientes.