Philipp Stölzl es un director bastante desconocido para el público que asiste al cine en más de una ocasión. Quizás su película más reconocida es ‘El último testigo’ y ‘Goethe!’. Pero ahora se ha pasado a realizar una superproducción donde todo brilla.
Un gran presupuesto. Actores de primera calidad y una historia reconocida mundialmente consiguen que Stölzl realice una película más o menos redonda. El director, ha atendido a Teinteresa.es para contarnos que ha sido lo más difícil y que ha querido mostrar con la película.
Pregunta (P): ¿Qué ha cambiado del libro para poder realizar la película?
Philipp Stölzl (P.S): Bastante. El libro son 850 páginas y adaptar todo eso puede ser una locura. Es imposible poner todo. Además, para darle sentido a ciertos aspectos también tienes que añadir otras cosas. Lo importante que tiene esta historia es que tienes que seguir el viaje que hace el personaje principal. El viaje es lo más importante, pero son 400 páginas en el libro. Tienes que recortar. Porque sino al final sólo ves viaje y te pierdes la llegada a Persia.
P: ¿Se hace una defensa de la ciencia frente a la religión?
P.S: Es algo que hemos querido resaltar. Pensamos que si introducíamos esa disputa nos acercaríamos a la actualidad. Se aprende del pasado, lo asimilas y lo incluyes en la actualidad. Y esa disputa lleva gestándose desde hace mucho tiempo. Me gusta también dejar a la gente con esas cuestiones cuando finaliza la película.
P: Los musulmanes en la película se representan como en la actualidad, ¿era su intención?
P.S: Queríamos dar las diferentes visiones. Muchos musulmanes que aparecen en la obra y en la película son radicales con razón. Están en la época del Sah y no les pasa nada. Tienen mucha presión. Pero son piadosos. Viven su creencia, pero lo malo es el agobio que el Sah les impone. También queríamos mostrar la tolerancia con los tres amigos, que creen en un Dios diferente, pero cuando piden por los suyos siempre parece que piden al mismo Dios.
P: ¿Qué ha sido lo más difícil?
P.S: No ha sido difícil. Hubo mucho trabajo, pero con un gran equipo detrás todo se hace mucho más fácil. Lo complicado fue la adaptación de la novela al guión, porque era muy difícil de contar la historia en dos horas y media. Además, con el límite presupuestario tuvimos que andar con cuidado para no pasarnos. Mucho trabajo pero también muy divertido.