Parece que la profecía de los mayas no se cumplirá… al menos este año. Pero lo que sí se cumple es la entrada en un nuevo ciclo solar, que tendrá su máxima expresión en 2013 pero que ya está empezando a mostrar sus efectos. Así, la que ha llegado este jueves de madrugada a la Tierra, y cuyos efectos se dejarán sentir hasta el viernes, ha sido la mayor tormenta solar en cinco años, que ha generado una importante radiación geomagnética que podría perturbar las comunicaciones y los vuelos.
Así, podría alterar las redes eléctricas, los sistemas de GPS y los satélites, y obligar a los aviones a cambiar sus rutas cerca de las regiones polares. «El clima espacial se ha vuelto muy interesante en las últimas 24 horas«, dijo Joseph Kunches, un científico del clima espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés).
La perturbación comenzó la noche del domingo en una región activa del Sol denominada 1429, con una gran llamarada solar asociada con una ráfaga de viento solar y plasma conocida como una eyección coronal de masa que se precipitó hacia la Tierra. Posteriormente tuvo lugar otra llamarada solar y eyección coronal de masa a las 00H24 GMT del miércoles, lo que desencadenó una fuerte radiación solar y tormenta geomagnética, ambas en el nivel tres en una escala de cinco.
Las llamaradas solares solo causaron breves apagones de radio de alta frecuencia que ya han finalizado. Pero la tormenta espacial que se avecina probablemente brinde a los espectadores en Asia Central una visión privilegiada de la aurora boreal la noche del jueves, además de alterar el funcionamiento de algunos de los aparatos más preciados de los terrícolas, dijo Kunches.
Esta tormenta espacial es probablemente «la más fuerte desde diciembre de 2006», señaló el experto, quien destacó, sin embargo, que la Tierra experimentó un apagón de radio más fuerte en agosto pasado. «Sin embargo, en masa, si se juntan los efectos geomagnéticos y los efectos de radiación solar, la pondría a la par con una al final del último ciclo solar que terminó hace más de cinco años«.