El ahora detenido, vecino de Miranda de Ebro, considerado un vendedor habitual, acudió con su vehículo a un local de alterne a las afueras de la ciudad, donde fue interceptado dentro del recinto cuando iba a contactar con un cliente y se disponía a realizar la transacción.
Los agentes irrumpieron por sorpresa e identificaron a ambas personas. En el registro del vehículo, debajo del asiento del copiloto y dentro de una bolsa con «chucherías», encontraron quince »papelinas» con 18,4 gramos de cocaína.
Además le fueron intervenidos dinero en metálico y tres teléfonos móviles, informaron las mismas fuentes.