El anteproyecto de ley de Protección a la Infancia que ha elaborado el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad podría llegar a las Cortes antes de Navidad y ser aprobado en la presente legislatura y contemplará, entre otros puntos, el acogimiento familiar, práctica que se promocionará a través de una campaña en el año 2015.
Así lo ha puesto de manifiesto la directora general de Servicios para la Familia y la Infancia del Ministerio, Salomé Adroher, durante la apertura del acto conmemorativo de los 25 años del programa de acogimiento, momento en el que ha trasladado su deseo de que el anteproyecto de Ley de Protección a la Infancia, elaborado junto a las comunidades, las organizaciones sociales y el mundo académico, se convierta en proyecto de ley y entre en las Cortes antes de Navidad.
Además y tras apostar por «cruzar los dedos» para que sea aprobado antes del final de la presente legislatura, ha enfatizado en los tres principios del texto elaborado por el Gobierno: «soluciones estables frente a temporales, familiares frente a residenciales y consensuadas frente a impuestas».
Es por ello, ha continuado, que el texto simplifica el procedimiento de acogimiento y reconoce el Estatuto del Acogedor, demandado por el colectivo, además de garantizar la estancia con familias para los menores de tres años y trabajar para la consecución del mismo objetivo con los de seis años, aportaciones realizadas por la Consejería de Familia de Castilla y León, según lo ha precisado su responsable, Milagros Marcos.
La búsqueda de los orígenes, que en la Comunidad «está dando sus resultados», o la extensión de la protección más allá de los 18 años cuando los jóvenes no cuentan con una vida autónoma a través de programas de inserción laboral o de adaptación a la vida adulta son otros de los aspectos que, según la consejera, contempla la normativa nacional.
Al hilo de la aprobación de la ley, el Ministerio lanzará una campaña nacional en 2015 con el fin de promover el acogimiento, que se desarrolla en 21 localidades de 19 provincias y (Almería y Barcelona así como en todo Castilla y León, Asturias, Extremadura y Murcia) y que el año pasado benefició a 1.846 menores a través de 1.561 acogimientos.
«Se trata de que esa buena práctica se contagie y extienda», ha destacado la directora general de Servicios para la Familia y la Infancia del Ministerio, quien ha insistido en el objetivo de que cada vez haya menos niños en instituciones y de realizar revisiones individualizadas y con periodicidad de la situación de los menores.
LA EXPERIENCIA DE CASTILLA Y LEÓN
El programa de acogimiento familiar, promovido, entre otros, por el actual gerente de Servicios Sociales de Castilla y León, Jesús Fuertes, ha experimentado un desarrollo «normalizado» en su cuarto de siglo de historia en la Comunidad, periodo en el que se han acogido más de 4.000 menores.
Marcos, quien ha cifrado en cerca de 900 los menores acogidos el pasado año de un total de 1.400 que fueron separados de sus familias –cerca de 19.000 fueron receptores de acciones preventivas y 41.000 recibieron servicios vinculados al Sistema de Protección a la Infancia–, ha situado el reto en que los menores, con las medidas necesarias, puedan permanecer con sus familias.
Aún queda un centenar de menores en residencias a la espera de una familia de acogida, entre ellos grupos de hermanos, adolescentes o menores con alguna discapacidad, colectivos en los que Cruz Roja, responsable del desarrollo del proyecto, hace «especial énfasis».
Su labor, no obstante, no se ciñe a la formación de los futuros padres de acogida sino también al acompañamiento durante el acogimiento, periodo en el que también se trabaja con las familias biológicas a fin de que los menores puedan volver a ellas «lo antes posible».
Por su parte el presidente regional de Cruz Roja, Jesús Varela, ha hecho un llamamiento para que todos los niños que son separados de sus familias puedan incorporarse a una de acogida a través del «importantísimo» programa que desarrolla su entidad desde hace 25 años, «no en línea recta y con altos y bajos».
Tras recordar que el programa comenzó sin familias de acogida, Varela ha reconocido que los cambios sociales experimentados en los últimos años han tenido su traslación al programa en lo que tiene que ver con los perfiles o las circunstancias de las familias, que en el caso de Castilla y León «son tremendamente solidarias».
TESTIMONIOS
Más de 300 personas se han reunido este viernes en las Cortes de Castilla y León con motivo del 25 cumpleaños de este proyecto y en torno a un acto que, conducido por Rosa María Calaf, ha trasladado testimonios de autoridades, familias acogedores y jóvenes que experimentaron la acogida.
La salmantina Geli de los Dolores disfruta en la actualidad de su quinto acogimiento: por su casa y junto a sus hijos se han criado diez menores de distintas nacionalidades, la mayoría grupos de hermanos de los que les ha costado despedirse.
«Los tienes como tu familia, como tus hijos», ha explicado antes de reconocer que sus acogidos se consideran familiares de sus hijos y nietos. «En un centro están muy bien pero como en una familia, nada».
De la misma manera piensa Nieves Alonso, que a sus 27 años y al frente de su propia familia, recuerda con cariño los seis años, de los doce a los 18, que pasó en acogida, el primero de ellos acompañado por su hermano de diez años.
«Mi familia de acogida es como mi familia de verdad», ha confesado la joven que, con el deseo de poder ser madre acogedora, recuerda cómo, con dolor, dejó a su familia de acogida para ir a un piso de emancipación aunque, ha destacado, nunca ha perdido la relación con ellos.