La muestra, titulada »La belleza del modernismo», ofrece una selección de pintura, dibujo, carteles, escultura, mobiliario, marquetería y vitrales, piezas provenientes del Museo del Modernismo de Barcelona «que por primera vez exhibe un conjunto amplio de sus fondos fuera de su sede barcelonesa», han precisado desde la Fundación Municipal de Cultura.
La exposición refleja la «gran creatividad del Modernismo», movimiento innovador que surgió en Cataluña a finales del siglo XIX y que se manifestó en todos los ámbitos de la creación artística.
Las obras que se exhiben muestran la amplitud de este movimiento artístico-cultural y la complejidad de la producción artística de la época, que no coincide con una única expresión estética.
Así, se presentan obras de una «estética plenamente modernista» como las figuras femeninas de Ramón Casas; las «etéreas ninfas» de Joan Brull; las «delicadas damas» representadas en dos óleos de Alexandre de Riquer, en los plafones de marquetería de Gaspar Homar y Joan Busquets, en la escultura que decora un espejo de Pablo Gargallo o en las terracotas policromadas de Lambert Escaler; o como la «significativa escultura» »La primera comunión», de Josep Llimona.
Junto a ellas, también se exhiben obras de artistas que se sitúan entre la tradición artística y la modernidad, como los pintores Lluís Graner, Laureà Barrau y Ricard Brugada, o el escultor Eusebi Arnau. El paisaje está presente en la muestra mediante los óleos de Joaquim Mir, Enric Serra y Modest Urgell.
Finalmente el mobiliario modernista está representado en la exposición a través de piezas de figuras tan significativas como Antoni Gaudí, Joan Busquets y Gaspar Homar.