Por productos, el mayor diferencial entre origen y destino se produjo para la col repollo, por la que el consumidor pagó 1,25 euros/kg y el agricultor recibió 0,24 euros/kg, lo que significa que el precio en el punto de venta era 5,3 veces el precio al productor.
La berenjena y el calabacín fueron igualmente dos productos con una brecha amplia entre el precio de origen y el de destino. Por la berenjena el productor recibió 0,41 euros/kg, y por el calabacín 0,58 euros/kg; sin embargo, en los lineales sus precios fueron, 1,30 y 1,81 euros/kg.
En lo que se refiere al sector ganadero, el mayor diferencial se produjo para el cerdo, por el que el consumidor pagó 2,32 veces lo recibido por el ganadero.