El tranvía acomete estas actuaciones con el objetivo de favorecer un entorno integrador y funcional en todas sus instalaciones. Las barandillas disponen de pasamanos a doble altura y de sección circular, con un zócalo para guiar a invidentes o personas en sillas de ruedas, además de una continuación de la barandilla para anticipar al pasajero la presencia de la rampa.
Esta mejora se suma a otras implementadas por el Plan de Responsabilidad Social en las oficinas comerciales con la instalación de bucles magnéticos, y en las paradas del tranvía con la protección y adaptación de su mobiliario, la colocación de zócalos en los ceniceros, la adaptación de respaldos e instalación de apoyabrazos en los asientos, además de la identificación de sitios reservados para personas con movilidad reducida (PMR) y la señalización de expendedoras, entre otras.