Una buena idea y mucho, mucho trabajo, pueden ser el comienzo de algo muy grande. Esto lo debieron de pensar Vicente Ruiz y Romualdo Bertomeu hace más de 20 años cuando acababan de terminar la carrera de Farmacia en su Valencia natal.
Los dos jóvenes decidieron ‘ocupar’ cuatro metros cuadrados en la rebotica de la farmacia familiar para ‘crear’ una crema que consiguiera gustar a sus propias madres o a las enfermeras del hospital militar en el que hacían por aquel entonces la Mili.
Y claro, si gustaba a sus madres, ¿por qué no iban a ser buenas para el resto de mujeres? Pues dicho y hecho. En poco tiempo se pusieron manos a la obra y comenzaron a ‘patearse’ las farmacias de la ciudad para venderles sus cremas hechas ‘en casa’ con el único objetivo de sacarse un dinerito para ir tirando y dando, eso sí, máxima importancia a la fórmula de la loción y no tanto al marketing a la hora de venderla.
Y en un año consiguieron una licencia y se trasladaron a un local de 70 metros cuadrados junto a otras dos personas y comenzaron a hacerse un nombre en el mundo de la cosmética facial y corporal con su marca Babé, hasta tal punto que en 1994, el fundador de Mercadona, Juan Roig, decidió ponerse en contacto con estos dos ‘mezcladores de ingredientes Top’.
Por aquel entonces, la cadena de supermercados importaba productos corporales y faciales de Israel e Italia, y les propuso a Vicente y Romualdo (ya RNB) producir para ellos en exclusiva estos y todos los productos de estas líneas, además de los perfumes y cremas solares.
Y de esta forma, la empresa RNB, desde 1999 pasó de dos a las 500 personas que actualmente trabajan en la espectacular fábrica situada a las afueras de Valencia en la que se producen más 55 millones de unidades a lo largo del año de sus 187 productos que luego encontramos en las baldas de Mercadona.
500 metros de innovación… y calidad
Teinteresa.es quiso visitar la fábrica de RNB en Valencia y lo cierto es que nos quedamos sorprendidos nada más entrar. Desde la recepcionista hasta la limpiadora pasando por los directores de sección o los trabajadores de la fábrica, todos tienen siempre una sonrisa para cualquiera que se encuentran a su paso.
Limpieza absoluta, blanco nuclear en todas sus paredes (incluidas las de la fábrica y no sólo en las oficinas), dos comedores con un exquisito catering para sus empleados son sólo algunos de los detalles que hacen que RNB esté considerada una de las mejores empresas para trabajar de España.
Se trata de más de 2.000 metros cuadrados de fábrica en Pobla de Vallbona en la que 500 personas trabajan las 24 horas del día (en turnos, obviamente) por conseguir la excelencia en sus productos. Un departamento de I+D se ocupa de proponer ideas y nuevas fórmulas para crear cada año hasta 20 nuevos productos que son testados con especial cuidado y que pasan especiales controles de calidad lote a lote una vez que son puestos en marcha para terminar en los supermercados.
En 2007, Mercadona vuelve a ofrecer a RNB la posibilidad de duplicar su cartera de productos. Así nace la nueva línea de cuidado corporal y en 2008, la de cuidado solar.
Entre sus grandes logros: acercar la alta cosmética a todos los bolsillos. Y conseguir una imagen de marca en la que lo que prima, siempre, es la calidad del producto.
Suya es la crema de Caviar de la que tanto se habla y que antes sólo podían adquirir personas con un poder adquisitivo elevado; los tratamientos con oro (uno de los últimos lanzamientos) o las cremas para pieles extremadamente sensibles comparables a las que se pueden adquirir en las farmacias.
Además, sus perfumes siguen los parámetros de los grandes perfumistas que han colaborado con ellos (se tarda hasta cinco meses en crear uno nuevo) y el diseño de sus envases cuenta con la participación de algunos diseñadores premiados por sus trabajos.
Si lo que hace más de 20 años fue un sueño imposible de dos jóvenes idealistas, hoy se ha convertido en una realidad en forma de crema.