El regreso de Cristiano Ronaldo obliga a Ancelotti a retocar el sistema defensivo que tan buenos resultados le dio en la final de la Copa del Rey. En este partido defendió al Barcelona con un 4-4-2 en el que destacó el trabajo en las bandas que hicieron Carvajal, por la derecha, y Coentrao, por la izquierda. Anularon a Neymar, Alves e Iniesta, principalmente. Ancelotti reforzó la banda de Coentrao con Isco, que jugó en el centro del campo por la izquierda, y puso a Di María, más escorado en la derecha, para tapar ese carril. El argentino también se sumó con facilidad a los contragolpes. Bale y Benzema estuvieron más liberados para atacar.
Ahora contra el Bayern y con la presencia del portugués, si finalmente juega de inicio, el dibujo pasará a ser un 4-3-3. El riesgo de tener a Bale y Cristiano Ronaldo en el once puede provocar que el equipo se fracture y pierda el equilibrio. El Real Madrid gana en pegada, pero pude perder en solidez. Es el inconveniente de tener a estos dos futbolistas con tanta vocación ofensiva. Ancelotti ya ha avisado a Bale que tiene que sacrificarse más en defensa y ayudar a tapar la banda derecha de Carvajal, por la que entrará Ribéry. Lo hizo después del 3-4 del Clásico liguero que perdió en el Bernabéu. Con Cristiano Ronaldo es más difícil esta exigencia porque es casi un delantero y esto obliga a un sobreesfuerzo de Di María. El argentino se multiplicará más en defensa para bloquear las subidas de Robben por la banda izquierda. El argentino perderá la libertad que tuvo en la final de Copa.
La charla táctica de Ancelotti con sus jugadores está orientada en la solidez que tiene que tener el equipo para intentar dejar la portería a cero contra el Bayern. Es la clave en el Real Madrid para afrontar el partido de vuelta en Múnich con garantías de pasar a la final. Hay un dato que preocupa entre el cuerpo técnico y la plantilla. El Bayern de Pep siempre marca cuando juega de visitante y esto puede ser definitivo en una eliminatoria que se espera ajustada. El equipo muniqués demuestra su efectividad y así lo corrobora su trayectoria en esta Champions. Ganó en todas sus salidas menos en Old Trafford y siempre marcó. Frente al Viktoria Pilsen (0-1), CSKA Moscú (1-3), Manchester City (1-3), Arsenal (0-2) y Manchester United (1-1). Este balance fuera del Allianz Arena ha provocado que Ancelotti, Zidane y los jugadores se mentalicen en lo importante que es afrontar el duelo pensando en que hay que jugar 180 o más minutos y que la clave está en el equilibrio, solidez y una buena actitud defensiva.
El Real Madrid no tiene nada que envidiar al Bayern de Múnich en el apartado ofensivo, pero tiene el inconveniente de jugar el partido de vuelta, que puede ser el definitivo, en el Allianz Arena. Eso le da ventaja al equipo de Pep. Por ello, en el Real Madrid se habla mucho de lo que sucedió en la eliminatoria contra el Borussia Dortmund. En el Bernabéu se logró un valioso 3-0 y en la vuelta se perdió 2-0 con errores defensivos que pudieron costar la eliminatoria. Ancelotti ha pedido más atención y quiere perfeccionar el cerrojo o sistema de seguridad frente a un Bayern que tiene futbolistas desequilibrantes como Ribéry, Robben, Götze, Muller, Kroos, Schweinsteiger y Mandzukic. El potencial de los bávaros es tremendo. Ancelotti pone el acento en el juego por las bandas de Ribéry y Robben, que abrirán el campo y buscarán el uno contra uno. Carvajal, después de hacer un partidazo en la final de Copa, y Coentrao, que también frenó a Neymar en este encuentro, van a tener que trabajar mucho ante el juego del francés y el holandés. Precisamente esto es lo que ha perfeccionado el cuerpo técnico del Real Madrid. El equipo demostró seriedad y compromiso defensivo en la final de Copa que se ganó al Barcelona y lo mismo hay que repetir ante el Bayern.
El Bayern de Múnich es el tercer rival alemán que se enfrenta al Real Madrid esta temporada en la Champions. Antes lo hicieron el Schalke, que pese a las dos goleadas fueron capaces de marcarle un gol en cada partido, y el Borussia Dortmund. Contra el equipo de Klopp se consiguió mantener la portería a cero en el Bernabéu. Pero el Bayern de Múnich de Pep no tiene nada que ver con el Schalke y el Dortmund. Es un estilo diferente y el Real Madrid tendrá que contrarrestar el fútbol de largas posesiones del equipo alemán con una alta intensidad en la presión y ayudas en los marcajes. La idea de Ancelotti no es esperar atrás sino presionar fuerte con unas líneas juntas. Ya tiene experiencia esta temporada con los dos partidos que ha jugado contra el Barcelona en la Liga BBVA, lo más parecido a este Bayern, y la final copera.
La motivación con la que afronta el equipo madridista estas semifinales le ha hecho aumentar su confianza. Ancelotti y los jugadores se han quitado un peso de encima. Ya no se les señala por no haber ganado a un equipo grande y ahora están a dos partidos de meterse en la final y superar esa especie de maleficio que les acompaña en las tres últimas ediciones de la Champions, en las que han caído eliminados en las semifinales. En una de ellas fue ante el Bayern de Múnich en los penaltis y eso también es motivo de revancha. Pero la clave, como dicen Ancelotti y sus jugadores en hacer bien los deberes en defensa y dejar la portería de Casillas a cero en el Bernabéu para viajar sin las opciones intactas a Múnich.