Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local de Úbeda han dado por desarticulado el conocido clan de los Pikikis con la detención en la ciudad jiennense la pasada semana de un total de 17 personas y el envío a prisión por parte del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Úbeda de tres de ellas este pasado viernes, tal y como informaron fuentes judiciales a Europa Press.
Así, en el marco de la Operación Tripol, realizada por los tres Cuerpos, «ha quedado desarticulado el clan, grupo de delincuentes radicado en los últimos años en Úbeda y considerado como una de las mayores amenazas para la seguridad ciudadana de la provincia». La operación, en la que han intervenido más de dos centenares de agentes, ha concluido con la detención de 17 personas –nueve hombres y ocho mujeres–, todas de la misma familia.
De hecho, en un comunicado conjunto de Policía Nacional y Guardia Civil se recuerda que ya han ingresado en prisión «la matriarca del clan y el grupo duro de la organización, imputados por delitos contra la salud pública y receptación». Tras la actuación policial, realizada íntegramente en Úbeda, han sido intervenidos y puestos a disposición judicial, junto con los detenidos, droga, vehículos, dinero en efectivo, utensilios para el corte y elaboración de sustancias estupefacientes, así como numerosos artículos, aparatos electrónicos y electrodomésticos.
En concreto, las Fuerzas de Seguridad se han incautado de 19.880 euros en metálico, 108,79 gramos de cocaína, 5,46 gramos de heroína y 12 bellotas de hachís, varios vehículos, joyas, numeroso material electrónico –consolas, terminales de telefonía de alta gama, Modem, DVD, TDS, GPS, ordenadores y videojuegos–, escopetas, hachas, navajas, mazas, bates, balanzas de precisión, relojes y un detector de metales, entre otros instrumentos y objetos.
El operativo ha estado dirigido por un centro de coordinación integrado por altos mandos de los cuerpos policiales intervinientes, quienes han destacado «la importancia de las aportaciones de los ciudadanos que, tanto con anterioridad a la explotación de la operación como durante el desarrollo de la misma, han colaborando ofreciendo datos importantes que han permitido a las Fuerzas de Seguridad obtener unos resultados muy efectivos».
También es de subrayar «la eficaz actuación del Servicio Cinológico con guías y perros especializados en la búsqueda de droga». Cabe destacar, igualmente, que «el peligroso historial del clan de los Pikikis se agudizó en febrero de 2006 cuando un miembro destacado de la familia rival de los Mallarines murió de un disparo en la cabeza en la puerta de su casa, después de discutir con un integrante de los Pikikis. Esta muerte desató la guerra entre ambos clanes, que tradicionalmente mantenían fuertes rivalidades».
Dos años más tarde –marzo de 2008–, el lugar conocido como Camino del Madroñal en Linares fue testigo de un nuevo choque entre Pikikis y Mallarines, que «se enfrentaron en el mayor tiroteo que se recuerda en la provincia de Jaén, saldándose con cuatro heridos». A consecuencia de estos incidentes, el clan de los Pikikis se instaló en Úbeda, provocando con su presencia «un clima de inseguridad entre los vecinos, hasta el punto de que se creó una plataforma ciudadana para denunciar los abusos de estas personas y demandar más seguridad».
No obstante, «la complejidad que encierra la persecución de determinados delitos, sobre todo en lo que se refiere a la obtención de pruebas y a una intervención operativa eficaz, habida cuenta de todas las precauciones que estas bandas adoptan, aconsejaban que la actuación policial se realizara una vez que estuviera garantizado su éxito».
El momento escogido fue este pasado jueves tras una laboriosa y minuciosa investigación llevada a cabo durante varios meses de manera conjunta por Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Úbeda, que de forma coordinada establecieron los operativos necesarios, aportando como indicios y pruebas para la fundamentación del auto de entrada y registro, los presuntos delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, así como de otros efectos procedentes de robo y dinero ilícito.
Ese mismo día se procedió de manera simultánea, con las correspondientes autorizaciones judiciales, a la entrada y registro de siete domicilios de la ciudad de Úbeda, seis de ellos situados en el barrio de San Millán y el otro en el barrio de San Pedro, donde vivía la matriarca del clan.
Para lograr el éxito del operativo, la Policía Nacional desplegó la Unidad Orgánica con el apoyo de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), la Guardia Civil una Unidad del Grupo Rural de Seguridad, tres módulos especiales de Intervención, una sección de Intervención Rápida, personal de Seguridad Ciudadana y un helicóptero del Servicio Aéreo para coordinar actuaciones desde el espacio aéreo, así como el Servicio Cinológico. Por su parte, la Policía Local empleó unos 18 efectivos, el servicio municipal de grúa y los servicios sociales del Ayuntamiento.