En primer lugar, debería ir a un médico para que fuera él quien llevase el tratamiento de forma global.
El tratamiento se fundamenta en 3 pilares básicos:
- Tratamiento farmacológico: se debe iniciar el tratamiento con antiinflamatorios. Es el tipo de fármaco más habitualmente utilizado y más útil en estos casos. Se puede asociar un fármaco con alto poder antiinflamatorio como desketoprofeno o ibuprofeno, con un fármaco fundamentalmente analgésico (paracetamol o metamizol). En estos casos el tratamiento debe ser prolongado y no debe ser inferior a 3-4 semanas. En caso de fracasar se puede ir utilizando fármacos más potentes como los opioides débiles como tramadol, o incluso los potentes. El objetivo fundamental es el control del dolor. Se pueden utilizar fármacos relajantes musculares pero durante ciclos cortos de 7-10 días y nunca como tratamiento único. Son muy útiles como complemento a los analgésicos.
- Ejercicio físico. Es fundamental potenciar la musculatura de la espalda. La natación es el deporte ideal para estos casos. Al potenciar estos músculos sirven de apoyo en la sustentación del resto del cuerpo y así no es la columna la única encargada en este terrible esfuerzo en muchas ocasiones.
- Rehabilitación. En este caso el paciente no debe pensar únicamente en los masajes a recibir, elemento relativamente importante dentro de la rehabilitación pero no el esencial. El elemento esencial de la rehabiliatción es la pérdida de peso y la administración de calor local cada 8 horas. Al perderé peso, el esfuerzo de la columna por sustentar el organismo se alivia de forma sustancial y se mejora el dolor. El calor es el mejor y más barato relajante muscular del mercado. El resto de elementos de la rehabilitación también ayudarán en la mejora del cuadro.