Aunque es un hecho por algunos conocidos nunca está de más recordar que es conveniente hacer en el caso de presenciar un accidente en el que se produce la amputación de un miembro.
Lo primero es conservar la calma. Debemos actuar sobre el miembro amputado y sobre la extremidad.
La extremidad debe cubrirse con algún paño limpio, mantenerse todo lo elevado que podamos y comprimir la zona de forma vigorosa hasta la llegada de los servicios de emergencia. Aunque los torniquetes están volviendo a ser usados en estos casos no están recomendados por las lesiones que pueden causar en la zona de implante.
El miembro amputado debe envolverse de la misma forma en un paño limpio, metido en una bolsa y sumergido en hielo.
Solo se pueden implantar secciones limpias con bordes rectos. Los bordes infructuosos debidos habitualmente a arrancamientos son difíciles de implantar. A pesar de esto siempre es conveniente actuar de la forma descrita y dejar que los cirujanos expertos valoren la posibilidad de reimplante.