Dos papeletas de un segundo premio hicieron nada menos que 33 años que María Luisa Meana González y su marido José Muñiz ganasen un millón de pesetas gracias a un núnmero que contenía 4 cuatros. Asegura que ella estaba muy tranquila y que apenas hubo celebración: “Somos un poco raros. No armamos jaleo. Ese día ni bebimos champan ni comimos diferente. No somos muy expresivos”, explica esta señora recordando ese día tan especial.
“Yo estaba en casa, era sábado, cuando llegó mi marido y lo vi entrar corriendo en casa y coger la lotería y mirarla”. María Luisa no tardó en bajar al bar donde nos habían dado las papeletas para comprobar si era cierto que había tocado. “No se podía pasar de la gente que allí había y, desde fuera, miré al dueño del bar y él me asintió con la cabeza”.
Esta señora recuerda entre risas que no lo celebraron de ninguna forma especial. Aunque sí es verdad que su hija extendió el dinero por toda una cama cuando lo recogieron para verlo a “lo grande”. Además añade que a ella no le gustaba nada el número que llevaban porque “tenía demasiado cuatro”.
Esta pareja utilizó casi todo el dinero para la boda de su hija un año más tarde, corriendo con todos los gastos como el vestido o las flores.