El velocista Kim Collins, de San Cristobal y Nieves, tercero en el Mundial de Daegu-2011 y campeón en París-2003, no se presentó el sábado en la salida de la séptima serie de 100 metros, con lo que perdió la ocasión de hacer historia.
Campeón del mundo de forma inesperada en 2003, Collins, el atleta de 36 años iba a convertirse en el primer especialista de 100 metros en disputar cinco ediciones de los Juegos Olímpicos. Pero un enfrentamiento con los responsables de la delegación por haber dormido con su esposa fuera de la villa olímpica acabó con el atleta expulsado y fuera de la competición. En declaraciones a la BBC Collins aseguró que «me pidieron que dejara a mi mujer para estar con el equipo y eso no va a suceder».
Collins explicó a sus aficionados en su cuenta Twitter, dos horas antes de la carrera, que no correría. «A mis aficionados, no mentiré. No voy a correr ahora», dijo. «Incluso los prisioneros tienen el derecho de recibir la visita de su mujer», precisó, dejando entender que un asunto personal era el origen de su ausencia.