No sólo los futbolistas quedan fuera de juego en los torneos, como la Eurocopa-2012 que ya ha comenzado en Polonia y Ucrania, sino que también lo hacen ciertos traductores, que muchas veces meten la pata haciendo su trabajo en las conferencias de prensa.
Algunas escenas de ruedas de prensa hacen pensar en «Lost in translation», célebre película de Sofia Coppola, con Bill Murray y Scarlett Johansson como actores principales.
En Breslavia, el jueves por la noche, durante la conferencia de prensa previa al Rusia-República Checa, la traducción checo-inglés tuvo baches. El profesional se olvidó traducir entre cinco y seis respuestas del técnico Michal Bilek y el crack Tomas Rosicky: a veces hizo silencio y otras tradujo en… checo.
Los periodistas tocaban los cascos y manipulaban las lectoras, pero nunca encontraban el canal correcto.
Cuando el traductor hizo correctamente su trabajo (del checo al inglés), sus frases fueron mínimas: «es un buen jugador», «estamos confiados», «es un partido importante». Las frases típicas de los jugadores. El problema era que el seleccionador había dado respuestas de más de un minuto ante cada pregunta.
¿Y cuando el traductor interpreta?
Por su lado, la selección germana en Gdansk se enfrentó a interpretaciones del traductor o comprensión equivocada de las frases textuales.
Cuando Per Mertesacker declaró en alemán «No hay que dejar en situaciones uno contra uno a Cristiano Ronaldo, en la que es muy bueno», se convirtió en inglés «porque es un mago del regate y vivo como un rayo«.
¿Doblete? «Los portugueses tiene todo: saben manejar el juego, cuando el rival está ubicado en defensa, y saben contraatacar muy rápido» en boca del seleccionador germano Joachim Löw en su lengua natal pasó al inglés como «los portugueses tienen el equipo perfecto».
Este viernes, uno de los ayudantes de Löw, Hansi Flick disparó en la lengua de Goethe «Wir gehen davon aus, dass wir diese Gruppe erfolgreich überstehen werden», es decir «partimos del principio de que vamos a pasar el grupo». Pero en inglés dijo otra cosa, tras el pase del traductor: «we hope and pray that we can win this group», es decir «esperamos y rezamos para pasar el grupo».
De todos modos, hubo una más graciosa. El sábado pasado en conferencia de prensa de Holanda en Ámsterdam, ofrecida en holandés y traducida (mal) en inglés, Bert Van Marwijk, seleccionador naranja, dijo: «Mi elección n°1 para tirar los penaltis es Robin (nombre de Van Persie) pues nunca falla penaltis importantes».
Traducido: «Mi n°1 para tirar los penaltis es Robben (nombre de Arjen Robben) pues jamás pierde penaltis importantes».
Para los hinchas fue irónico: Arjen Robben había vivido una pesadilla a fines de mayo al fallar un penalti de vital importancia en la final de la Liga de Campeones para el Bayern Múnich contra Chelsea.