65 usuarios de las ‘Tarjetas Black, acusados. La Fiscalía pide para ellos un total de 172 años de cárcel. Más de 15 millones de euros gastados con las tarjetas. 65 medios acreditados. Y un juicio que se prevé que dure más de un año.
Estos son los datos de uno de los procesos judiciales más esperados de los últimos años: el de las Tarjetas Black. A partir de hoy, la sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional será la encargada de enjuiciar a 65 de los 86 usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia.
Pese a que la cantidad supuestamente gastada ilícitamente no es de las más abultadas, 15 millones en comparación con los 1.200 millones de los ERE en Andalucía o los 120 de la Gürtel, este caso ha sido y será uno de los más mediáticos. Quizá por el gran número de personas conocidas que participaron, entre ellas, el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que no solo utilizó la tarjeta si no que según la Fiscalía dio su beneplácito para que se siguieran utilizando tras hacerse con la presidencia de Bankia. O su predecesor Miguel Blesa y su ‘delfín’ Ildefonso Sánchez Barcoj, que el Ministerio Fiscal asegura fueron los creadores de este ‘sistema retributivo’ irregular.
[INTERACTIVO: Conoce a los acusados por las Tarjetas Black]
Puede que sea también por lo sencillo del sistema, una tarjeta que se entregaba a los consejeros con las instrucciones de que podía ser utilizada sin necesidad de dar cuenta de para qué. O quizá por lo estrambótico de los gastos: compras de lencería, gastos a altas horas de la madrugada, restaurantes, hoteles y viajes.
Al final, será la Justicia, en concreto las magistradas Ángela Murillo, Carmen Paloma González y Teresa Palacios, la encargada de decidir si estos 65 consejeros y directivos de Caja Madrid y posteriormente Bankia cometieron o no un delito de apropiación indebida al usar las tarjetas.
La Fiscalía, representada por Alejandro Luzón, y las acusaciones particulares, como Bankia y el FROB creen que sí. Que los acusados utilizaron las tarjetas para crear “una suerte de sistema retributivo que carecía de todo amparo legal” y que además “para dotar de la necesaria opacidad a las tarjetas, éstas “fueron emitidas al margen del circuito ordinario” y ocultadas en una cuenta de gastos reservada para ‘pérdidas’ del banco como robos o fraudes.
Sin embargo, los acusados se defenderán alegando que cuando Barcoj, que era Director General Financiero y de Medios de la antigua Caja Madrid, les hizo entrega de estas tarjetas, les explicó su funcionamiento asegurando que se trataba de un complemento retributivo. Además, según informan fuentes de la defensa a Teinteresa.es intentarán demostrar que Bankia no está legitimada como acusación particular, ya que la perjudicada por el uso de las tarjetas sería en todo caso la antigua Caja Madrid, basándose en documentos de la propia entidad en los que asegura no ser heredera de la caja.
Otro de los argumentos será que algunos de los acusados ‘devolvieron’ parte de lo gastado a través de un depósito en la Audiencia Nacional y se apoyan en ello para pedir que, al no haber ningún quebranto patrimonial para la entidad, sean sobreseídos sus cargos.
En concreto, los que más gastaron fueron el propio Barcoj, con 484.000 euros, seguido de José Antonio Moral Santín, 456.000 euros, Ricardo Morado Iglesias, 450.000 euros o Miguel Blesa, que gastó 436.600 euros.
[GRÁFICO: ¿Cuánto gastaron los usuarios de las Tarjetas Black?]
Entre los 65 usuarios que tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados una vez terminen las cuestiones previas, en las que las defensas exponen sus motivos y la Fiscalía reafirma sus cargos, hay consejeros y directivos de todos los signos políticos.
Desde el exvicepresidente del Gobierno con el Partido Popular, Rodrigo Rato, un exministro del PSOE, Virgilio Zapatero, un histórico dirigente de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín o miembros de la patronal y los sindicatos como el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán o el sindicalista Rafael Eduardo Torres.
[Lee aquí: Quién es quién en las Tarjetas Black]
Pasará más de un año hasta que termine el juicio y se conozca la sentencia de este histórico caso. Por ahora, comienzan las declaraciones y es el momento de escuchar de viva voz a los usuarios de las tarjetas explicar por qué y cómo gastaron lo que gastaron.