El aumento de las emisiones de CO2 incrementará a lo largo de este siglo los riesgos de conflictos, hambrunas, inundaciones y migraciones en todo el mundo, según el último informe publicado por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) y, en particular en Europa, aumentará la amenaza de incendios forestales e inundaciones.
«El aumento de temperaturas incrementa la probabilidad de impactos severos, generalizados e irreversibles» en todo el mundo. Si no se consiguen atajar esas emisiones de gases con efecto invernadero, el coste en daños y en sistemas de protección a estos cambios podría elevarse a miles de millones de dólares. El último informe del IPCC, fruto de tres años de trabajo por parte de 300 científicos, ha sido firmado tras una semana de discusiones en Yokohama
Los impactos aumentan con cada grado centígrado y según el informe, las temperaturas podrían subir entre 0,3ºC y 4,8ºC este siglo, una cifra que se añade a los 0,7ºC calculados desde que se inició la Revolución Industrial. Estas cifras son altamente preocupantes ya que una subida de más de 4ºC podría tener efectos desastrosos.
Además, el nivel de los mares aumentará entre 26 y 82 centímetros hasta 2100. El aumento de temperaturas recortará el crecimiento económico mundial entre un 0,2% y un 2% anual, según los cálculos de los científicos. En este sentido, el IPCC reclama un pacto mundial de aquí a finales de 2015 para limitar a 2ºC ese aumento en el siglo actual.
Efectos por regiones
Las temporadas y cantidades de lluvia, que se prevé que registren cambios muy dramáticos, afectarán principalmente a Europa y Asia. Según el informe, estos cambios tendrán un impacto también en las cosechas de trigo, arroz o maíz y podrían desaparecer especies de plantas o animales.
Las hambrunas podrían ser especialmente severas en los países tropicales y subtropicales. La Amazonía es uno de los ecosistemas que más puede verse perjudicado, junto a los polos, los pequeños Estados insulares en el Pacífico y los litorales maritimos de todos los continentes.
En Sudamérica y América Central, los retos son la escasez de agua en áreas semiáridas, las inundaciones en zonas urbanas superpobladas, la caída de la producción alimentaria y de su calidad y la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. Las ciudades latinoamericanas deberán prepararse para modificar sus planes de urbanismo y de tratamiento de aguas. La producción agrícola deberá adaptarse a los períodos de sequía o de grandes lluvias, con granos más resistentes.
Además, las zonas de selva virgen deberán mantener a raya la presión de los asentamientos humanos. Pero son sobre todo los países pobres los que sufrirán las peores consecuencias.
Conflictos regionales
El cambio climático puede provocar más conflictos regionales,a causa de las migraciones de poblaciones afectadas por las inundaciones y de la competencia para monopolizar agua y comida. «El cambio climático tiene tendencia a actuar como un multiplicador de amenazas«, según ha explicado el copresidente del grupo II del IPCC, Chris Field.
«Hay muchas cosas que hacen frágil a la gente y cuando se combina un cambio climático con estos factores, los resultados pueden ser malos», explica. El informe señala que el calentamiento es imparable pero puede ser reducido de forma drástica si el ser humano controla las emisiones de CO2. Algunas medidas que pueden aplicarse en lo inmediato son «baratas y fáciles», como la reducción del derroche de agua, la extensión de zonas verdes en las ciudades, y la prohibición de asentamientos humanos en áreas de alto riesgo.