La penetración del seguro sanitario privado ha aumentado tres puntos porcentuales en Catalunya –al pasar del 26% en 2012 al 29% en 2013–, mientras que el gasto público por cápita ha pasado de 1.157 a 1.098 euros en el mismo periodo, según datos del Servicio de estadísticas y estudios del sector seguros en España (Icea) y del Ministerio de Sanidad, respectivamente.
Son cifras recogidas en el V informe »Análisis de situación 2015», elaborado por Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Idis), que aglutina a todo el sector sanitario privado en España, y que ha sido presentado este martes en Barcelona por el director del Idis, Manuel Vilches, y el director general de la Associació Catalana d»Entitats de Salut (Aces), Lluís Monset.
En declaraciones a los medios tras finalizar el acto, Vilches ha manifestado que en todo momento el peso del sector sanitario privado ha seguido aumentando en España, y el ámbito asegurador es «el único en el que durante la crisis no han caído las pólizas, e incluso han seguido creciendo».
Según el informe, el gasto sanitario privado ha pasado de 12.896 millones de euros –un 2,05% del PIB– en el año 2000, a generar 27.064 millones de euros –un 2,63% del PIB– en 2012, su punto más álgido en la última década, según los últimos datos disponibles.
BAJA INVERSIÓN PÚBLICA
El gasto sanitario español total –público y privado– ha sido del 9,29% en 2012, por encima de la media de la OCDE, que es del 9,27%, repartido por un 2,63% de gasto privado y un 6,67% de público, siendo éste último el porcentaje más bajo de los países vecinos, aunque por encima de República Checa y Polonia, ha subrayado el director del Idis.
El mismo informe estima en 8.606 millones de euros el montante que ahorran a la sanidad pública los usuarios con pólizas que solo utilizan el sistema privado, y los que hacen un uso mixto permiten ahorrar 4.078 millones de euros, según datos elaborados a partir de Icea.
PACTO PARA LA SANIDAD
Vilches ha pedido un gran pacto por la sanidad en el que estén incluidos todos los agentes públicos, privados y las fuerzas políticas: «Seguiremos ofreciendo esa colaboración y mano tendida para sostener este sistema nacional de salud».
Según él, el sector privado debe ser visto y considerado como un aliado fundamental del sector público, y ha defendido un marco de referencia sólido en planificación y relaciones a medio y largo plazo con el fin de evitar «duplicidades e ineficiencias» y hacer más sostenible el sistema.
«Toda la sanidad de financiación pública debe seguir siendo pública, pero tenemos que dejar de preocuparnos por la titularidad de la provisión y pensar en la calidad de la asistencia», es decir, en un servicio más cercano, más asequible, con la misma calidad asistencial pero ajustado en costes.