Los primeros registros de competiciones de salto datan de la antigua Grecia. En las islas Eólicas y en el Peloponeso se organizaban concursos de saltos desde las rocas al mar en los que los nadadores realizaban figuras, estos eventos eran muy populares en la época. Los Saltos de trampolín se desarrollaron en Europa a finales del siglo XIX influidos sobre todo por otro deporte, la gimnasia. Sin embargo no serían considerados como una disciplina olímpica hasta los Juegos de San Luis celebrados en 1904.
Las primeras competiciones realizadas en San Luis eran exclusivamente masculinas, las mujeres no pudieron participar hasta las Olimpiadas de Estocolmo en el año 1912. En estos primeros Juegos los claros dominadores fueron los estadounidenses que han mantenido su trono hasta hace poco ya que ha aparecido otra dura competidora, China.
Durante la Copa del Mundo FINA de 1995, con sede en Atlanta, los saltos sincronizados fueron por primera vez un acontecimiento oficial a nivel mundial. En las Olimpiadas de Sídney se estrenaron como prueba olímpica.
Para los juegos de Londres asistirán 136 deportistas en esta modalidad, 68 hombres y 68 mujeres. Tanto en la categoría masculina como en la femenina hay las mismas especialidades y son las siguientes: 1 metro Trampolín, 3 metros Trampolín, 10 metros de Plataforma, 3 metros Sincronizado y 10 metros Sincronizado.