Hasta hace poco más de un mes las borrascas para los españoles no tenían nombre y eran completamente desconocidas. Es típico que los huracanes y ciclones lo lleven e incluso las tormentas tropicales ya que es Organización Meteorológica Mundial la que las clasifica. Pero ahora se ha puesto »de moda» que las borrascas que atraviesan el país también tengan nombre propio.
Petra, Okka, Qumaira, Stephanie,…a todos nos suenan estos nombres de mujer de perturbaciones que en las últimas semanas han azotado España dejando numerosos destrozos, sobre todo en las costas atlánticas y cantábricas.
Pero, ¿quién pone nombre a las borrascas? ¿Y por qué nombres de mujer? Realmente, ahora puede bautizar a estos fenómenos meteorológicos cualquier persona si paga por ello. La Universidad Libre de Berlín es la encargada de gestionar y repartir los nombres a las diferentes perturbaciones y anticiclones que afectan a Europa desde 1954 para dfacilitar la información entre los diversos servicios meteorológicos.
Hace 10 años nacía »Apadrina un vórtice» (Adopt a Vortex), una iniciativa de la universidad alemana con la que cualquier persona puede ser «padre» de una borrasca o anticiclón. Eso sí, hay que desembolsar una buena cantidad de dinero para bautizar a los fenómenos meteorológicos.
Hasta 299 euros puede costar el bautizo de una »baja» o »alta». Lo más caro de bautizar son los anticiclones porque habitualmente suelen durar más en el tiempo. A cambio, el »padrino» recibe un certificado que incluye la fecha del fenómeno bautizado y su historia de vida. Y lo mejor de todo, el nombre del »ahijado» aparecerá en muchos medios de comunicación de toda Europa.
Las borrascas tienen nombre de mujer en años pares
Son pocas las normas que la Universidad Libre de Berlín tiene para bautizar a borrascas y anticiclones, pero las que hay se cumplen siempre.
Las borrascas deben tener nombre de hombre (»Dirk», por ejemplo, que azotó la península en diciembre de 2013) y los anticiclones, de mujer, en los años impares. Este procedimiento se invierte en los años pares, cuando las borrascas tendrán nombres femenidos, como está ocurriendo ahora, y los anticiclones, masculinos. Siempre se deben corresponder a nombres aprobados por la oficina de registro alemana.
La Universidad Libre de Berlín destaca que al año se suelen producir entre 50 y 60 anticiclones y entre 130 y 150 borrascas, y hay nombres para todas. Hasta hoy, ya se ha fijado el bautizo de 102 perturbaciones entre las que están Tini, Ulla, Violeta y Waltraud.
Los fondos recaudados con este proyecto se destinan a la financiación del Instituto de Meteorología para investigaciones y estudios con pocos recursos.