Y es que, apunta, «la subida de impuestos (IVA, IRPF, IBI) y de tasas, los repagos farmacéuticos, o el incremento de tasas en la educación, unida a la deficiente regulación de muchos sectores que fijan precios eludiendo la competencia y al mantenimiento de los márgenes empresariales, en plena crisis, son los principales responsables de que se mantengan subidas de precios aun en un contexto recesionista».
«No así los salarios, en continua devaluación desde la reforma laboral y otras medidas encaminadas a este mismo fin de reducir las retribuciones de los trabajadores, yendo mucho más allá de la lógica moderación (que no devaluación) que se acordó en el II AENC por sindicatos y patronal», ha apuntado.