Hace una semana pronostiqué que Susana Díaz debía esperar el resultado de las municipales para su investidura. La política es, entre otras cosas, el manejo del poder. Creía ella que con sólo su «palmito» de sultana bastaría para que ensalzaran a la Presidencia andaluza ¡Craso error! ¿Por qué hacerle ese favor a cambio de nada? ¿Por principios? ¡Hamos Anda! Qué diría un castizo.
Poder con poder se paga ¿Qué tiene Susana para ofrecer? Ahora nada. Después de las municipales mucho: alcaldías, concejalías importantes… Así que los partidos de la oposición se han reservado hasta saber que cromos tiene Susana en política municipal, para intercambiarlos por poder autonómico. El juego de siempre. Tan viejo como la política. El cuento de «la antigua farsa» que escribió Benavente en el prólogo de «los Intereses creados».
Los nuevos partidos son nuevos, pero no tontos, y tan interesados como los tradicionales. Por eso no es probable que aboquen al parlamento andaluz a nuevas elecciones. Esperan saber cual es su posición en las municipales andaluzas para jugar sus cartas. Pero eso les desgastará, porque demostrarán que son como los partidos tradicionales. El juego del poder se aprende pronto, sino ¿por qué «juego de tronos» es la serie favorita de muchos de sus dirigentes?
Andalucía sin gobierno por la falta de cintura de Susana
Mientras tanto Andalucía sin Gobierno. En eso tiene razón Susana. Pero también los que argumentan que la situación se debe a su «mala estrategia» ¿Qué necesidad tenía de disolver? Probablemente la causa fue el «Síndrome de San Telmo», palacio de la Presidencia andaluza, muy parecido al «Síndrome de la Moncloa». Susana creyó que lo que le decían sus aduladores consejeros era verdad; que ella era un líder irresistible. Y lo es. Es irresistible porque no hay quién resista sus formas prepotentes.
Sus consejeros deberían haberle dicho: querida Susana, el pueblo andaluz no te ha elegido presidenta; si así fuera te hubiera dado mayoría absoluta; te ha dado una mayoría relativa que significa que si quieres gobernar tienes que pactar con otros grupos parlamentarios. Pero o no le dijeron eso o ella no escuchó. Le ha faltado cintura.
PP y PSOE aún están a tiempo de plantar al los emergentes, pero la corrupción es el escollo
¿No hubiera sido más sencillo pactar con el PP? A cambio de facilitarle alcaldías en las capitales de provincia, el PP podría haberse abstenido. Aún están a tiempo los dos grandes partidos. Así dejarían sin poder municipal andaluz a los partidos emergentes. Pero hay un escollo.
Su pacto puede ser vendido por Podemos y Ciudadanos como el «pacto de las corrupciones». Más aún después de la fallida y denunciada concesión de la mina Aznalcollar. Un asunto hecho durante la Presidencia efectiva de Susana Díaz.
Al final, como siempre, todos con todos.
El dilema es complicado. Porque los pactos del PSOE con Podemos o con Ciudadanos los van a dejar marcados. Aquel de los dos que ceda ante la Sultana, será acusado por el otro de «mamporrero del PSOE». Eso unos meses antes de las elecciones generales.
Sin embargo, lo que pasará es que en el maremagnun de pactos que se darán en las municipales y autonómicas todos quedarán marcados. Los intereses locales serán tantos que veremos bailar a todos con todos ¡Si en las de 2011 hasta IU pacto con el PP en Extremadura!
Cosas veredes, amigo Sancho, que faran fablar las piedras. Frase que algunos atribuyen al Quijote, cuando no es así, pero que viene al punto en este asunto.