La morosidad del sistema financiero ha saltado por encima de la cota del 13% en noviembre. La subida no es una sorpresa, porque los analistas están de acuerdo que la tasa seguirá subiendo en un proceso que no tocará techo al menos hasta la segunda mitad del año. La buena noticia es que el crecimiento de la mora aminora algo el ritmo de subida y que el crédito comercial empieza a subir.
Así te afecta que la morosidad de las entidades financieras españolas siga escalando posiciones.
-El crédito, restringido. Los bancos no volverán a financiar con alegría a pequeñas y medianas empresas y a particulares hasta que la tasa de mora deje de crecer. Los 192.504 millones de euros en créditos morosos que acumula el sector impiden de momento que el crédito vuelva a regar las venas de la economía española.
No obstante, hay algunos datos que permiten ser más optimistas de cara al futuro. Según los datos del Banco de España, el saldo total del crédito ha crecido por primera vez desde marzo hasta los 1,47 billones de euros. En cualquier caso, el crédito hipotecario sigue cayendo a un fuerte ritmo desde los 781.815 hasta los 777.526 millones de euros. El comercial, sin embargo, sube hasta los 32.932 millones.
–Hipotecas sólo para privilegiados. En este contexto, conseguir una hipoteca seguirá siendo una utopía para la inmensa mayoría de los españoles. Aunque algunos bancos como Santander o Bankinter empiezan a abrir la mano con préstamos con diferenciales asequibles, la gran vinculación que exigen –tarjetas, aportación a planes de pensiones o seguros- deja fuera en la práctica al español medio.
Por lo tanto, no pude esperarse una reactivación significativa del mercado inmobiliario. La prueba es que, con los últimos datos de ventas de viviendas en la mano, la actividad se ha reducido en noviembre a los niveles más bajos de toda la crisis: 21.847 transacciones. Con el grifo del crédito cerrado parece inviable una recuperación potente que eleve el valor de los inmuebles en manos de los ciudadanos.
-Una rémora para el empleo. El mantenimiento de unas cifras de morosidad inaceptables –hemos vuelto a los niveles de noviembre de 2012, antes de que los bancos quebrados entregaran sus activos tóxicos al banco malo reduciendo sensiblemente las tasas de mora- es también un muro para la creación de empleo. Sin financiación las pymes no pueden crecer y crear puestos de trabajo.
No obstante, en este punto también hay ciertos síntomas de mejora. Aunque las pymes que tienen acceso al crédito en España pagan 1,5 puntos porcentuales más por sus préstamos que una alemana, el 5,16% que les cobran los bancos españoles hasta noviembre es la cifra más baja desde julio de 2010. No obstante, sigue más de un punto por encima de la media de la zona euro.
-La banca, bajo sospecha. El nuevo repunte de la morosidad vuelve a poner bajo los focos a los bancos españoles. La cifra de noviembre no debería tener ningún impacto en las cotizaciones de los bancos, porque estaba descontada. Por lo tanto, el sector podrá consolidar sin dificultades el rally que vive en bolsa a la espera del dato de diciembre.
No obstante, la banca sigue bajo vigilancia por el crecimiento constante de la tasa de mora, que refleja la difícil situación del mercado doméstico. Los analistas del grupo portugués BPI creen que la tasa mora puede llegar a máximo del 15% y un mínimo del 14% este año y la agencia de gestión de cobro GESIF y la agencia de calificación de riesgo española Axesor creen que los préstamos impagados saltarán hasta el 13,3% a finales de año.