Según ha informado el Gobierno regional, estos trabajos, que comenzaron el pasado 30 de enero y se prolongarán a lo largo de tres semanas, consisten en la estabilización de los taludes rocosos, de 12 y 8 metros de altura, situados en los márgenes de la mencionada carretera M-221, entre los puntos kilométricos 32 y 32,400, a la altura de la Urbanización El Quejigal.
Durante el invierno, debido a las bajas temperaturas, se producen heladas que provocan la fractura de las rocas y, por deslizamientos o fracturas, la consiguiente caída de material rocoso de distinto tamaño a la calzada de la carretera, con el consiguiente riesgo para los vehículos que transitan por ella.
Para ello, en primer lugar se ha procedido al desbroce manual de la vegetación existente a lo largo del talud y el saneo de aquellos bloques de piedra que estuvieran sueltos. A continuación, se están colocando dos tipos de dispositivos: por un lado, 900 metros cuadrados de malla de alambre, y por otro, 105 metros cuadrados de cable de acero.
Estas sujeciones pueden soportar un peso de hasta diez toneladas, de tal modo que, en el caso de que se produjera algún desprendimiento de rocas, ello no supondría ningún peligro para los usuarios de la vía.
Los trabajos cuentan con un presupuesto de casi 60.000 euros y se enmarcan dentro de las tareas de conservación de carreteras que el Gobierno regional desarrolla habitualmente en las carreteras regionales para mantener en correcto estado los aproximadamente 2.600 kilómetros de vías que componen la red regional.