Al inspeccionar uno de los vehículos que accedían al interior de la citada empresa los agentes encontraron ocultas en un saco de pan 436 cajetillas de tabaco de distintas marcas las cuales carecían de los precintos fiscales obligatorios que indican el pago de los impuestos especiales a los que se encuentran sometidos estos artículos.
El conductor de la furgoneta, un vecino de Avilés de 40 años de edad y que responde a las iniciales de P.I.G.F. accedía al interior de las instalaciones a vender pan como hacía habitualmente, pero esta vez tendrá que enfrentarse a una propuesta de sanción administrativa por comercializar con tabaco de contrabando. Las cajetillas intervenidas hubieran alcanzado en el mercado un valor de 1.789 euros.