El conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha anunciado este miércoles que la Generalitat aprobará «en los próximos días» los decretos de creación de las delegaciones en el exterior, una suerte de embajadas, de Roma y Viena.
En una intervención ante el pleno del Parlament, ha dicho que estas delegaciones permitirán al gobierno catalán entrar en contacto con los «organismos multilaterales» que tienen presencia en ambas ciudades europeas.
La decisión de crear estas dos delegaciones, ha argumentado Homs, forma parte de una estrategia de la Generalitat de «reestructuración y refuerzo» de su acción exterior en los cien primeros días de aplicación de la Ley de Acción Exterior del Govern, que se aprobó en el Parlament el 26 de noviembre.
El conseller ha expuesto que se han previsto otras acciones para garantizar este impulso como «reforzar» la presencia de la Generalitat ante la UE, elaborar un plan estratégico y crear el consejo de acción exterior.
Además, la Generalitat prevé organizar el tercer máster sobre acción exterior destinado a formar trabajadores para que después desarrollen tareas relacionadas con este ámbito para la administración catalana.
Un gasto de más de 30 millones de euros
Actualmente, Artur Mas tiene desplegadas cinco »embajadas» por el mundo con las que pretende extender el independentismo catalán desde Washington a Berlín. Pero esta estrategia chovinista catalana no es barata y el dispendio no cesa, sino que se amplía con la apertura de nuevas delegaciones del gobierno.
Las embajadas catalanas de Nueva York, Berlín, Londres, París y Bruselas, le cuestan a la Generalitat más de 30 millones de euros al año, según publicó el diario ABC. Las delegaciones exteriores están ubicadas en las grandes capitales del mundo, lo que supone un ingente gasto de alquiler y mantenimiento. La más reciente, la de Buenos Aires, no cuenta con personal propio más allá de su delegado.
La oficina de Berlín está ubicada en el barrio institucional y de negocios de Mitte y supone un presupuesto de 60.000 euros anuales.
La delegación de Londres se encuentra en Fleet Street, cerca del centro financiero y de negocios de la capital británica. Entre las actividades que se desarrollan en las oficinas destacan ciclos de literatura en lengua catalana.
La oficina catalana en París se encuentra en la rue de la Boétie y su alquiler sobrepasa los 400.000 euros anuales.
La embajada neoyorkina estaba ubicada anteriormente en el Rockefeller Centre, pero posteriormente mudó sus oficinas a Lexington Avenue para ahorrar un 40% de sus gastos de alquiler, ya que su mantenimiento suponía 500.000 euros al año. La presencia de la Generalitat en EEUU se amplió este año con la apertura de la sede principal en Washington, en K Street.
Según informaciones publicadas por El Confidencial, entre 2011 y 2013 el coste de las oficinas de la Generalitat en Londres, París y Nueva York se ha incrementado en un 52%. Por ejemplo, la embajada de Cataluña en la capital francesa, ha pasado de representar un gasto de 330.000 euros en 2011 a suponer un coste de uno 600.000 euros en 2013.
Además, al gasto en alquiler y mantenimiento hay que sumar el sueldo anual de los delegados, que rozan los 90.000 euros anuales.
La embajada en Bruselas se sitúa en la rue de la Loi, y su anterior delegado fue sustituido por Artur Mas debido a su bajo perfil soberanista.
Además, el Gobierno catalán mantiene 34 agencias comerciales -denominadas Acció, dependientes de la Consejería de Empresa y Empleo-, cuyo coste de mantenimiento es superior a los 12 millones de euros.
La presencia catalana en el exterior incluye también más de 100 comunidades catalanas en el resto de España o en el extranjero, llamados «casales». Durante el año 2011 estos casales han recibido de la Secretaría de Asuntos Exteriores, dependiente del departamento de Presidencia de la Generalitat, un presupuesto de 1,2 millones.
Embajadas de otras CCAA
Las Comunidades Autónomas mantienen un total de 25 delegaciones políticas ubicadas en diferentes puntos del extranjero, sobre todo en Bruselas, y sólo cinco autonomías han atendido al ofrecimiento del Gobierno para integrar sus embajadas en la red estatal de oficinas y así ahorrar costes.
Las delegaciones en el extranjero son utilizadas por las comunidades autónomas como vehículo de cooperación política con el país en el que están ubicadas, así como medio de promoción y difusión de su cultura y su lengua.
Sin embargo, la crisis económica cuestionó la existencia de estas »embajadas» y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ofreció a las comunidades cerrar sus oficinas e integrar su personal en las embajadas españolas para ahorrar los costes de alquiler de edificios y otros gastos fijos.
Margallo ha reiterado esta oferta y el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado en el que el Gobierno contempla emitir un informe sobre si considera pertinente la apertura de estas delegaciones autonómicas en el exterior y hará «recomendaciones» sobre los viajes que representantes autonómicos hagan al extranjero, de los que deberán informar al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Pese a este ofrecimiento, las autonomías mantienen aún 25 oficinas propias en el extranjero, doce de ellas ubicadas en Bruselas porque consideran imprescindible su presencia en la capital belga, máxime en el actual contexto de negociación de los fondos europeos. Asturias, Castilla y León, Navarra, La Rioja y Castilla-La Mancha sí han aceptado la oferta del Gobierno y han integrado sus delegaciones en Bruselas en la embajada española.
Al margen de la capital belga, hay algunas autonomías que mantienen también abiertas oficinas en otras ciudades tanto de Europa como de América. Es el caso de Cataluña, que no sólo no se plantea cerrar estas delegaciones sino que el Gobierno de Artur Mas durante la pasada legislatura defendió la necesidad de reforzar su presencia internacional con la apertura de nuevas sedes.
Por su parte, el País Vasco, además de la delegación de Bruselas ante la Unión Europea, tiene abiertas sedes en Nueva York, México, Argentina, Chile y Colombia.
También Galicia cuenta con sedes en Uruguay y Argentina, países que acogen las colonias más importantes de emigrantes gallegos.
Por su parte, Canarias tiene delegación en Caracas (Venezuela) con el objetivo de consolidar su presencia en el ámbito internacional
Además, el Gobierno de Extremadura abrió una delegación en Lisboa, inaugurada en junio de 2009 con el objetivo de intensificar las relaciones con Portugal.
Cinco autonomías tienen también delegaciones en Madrid para favorecer y ampliar sus relaciones con las instituciones del Estado ubicadas en la capital. Se trata de Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía y Canarias