Los hechos ocurrieron sobre las 19.30 horas del pasado 21 de agosto. Los cuatro jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y los 22 años, entraron en el negocio y uno de ellos pidió una recarga de saldo de su teléfono móvil, no quedando, al parecer, satisfecho con el servicio prestado, por lo que comenzó a discutir con la mujer que lo atendía, de 35 años y de nacionalidad china.
Mientras tanto, los otros tres jóvenes aprovecharon para, presuntamente, sustraer fundas de teléfonos móviles y mecheros del interior del local, de lo que se percató la mujer, comenzando a forcejear con ellos para evitar el hurto. Ante esto, al parecer, fue agredida, sufriendo lesiones leves.
Ante los hechos, el marido tomó un palo y unas tijeras, comenzando, tal y como él mismo reconoció posteriormente a los agentes, a agredir a los jóvenes, según ha informado la Policía Local en un comunicado.
Un testigo informó sobre los hechos a una patrulla del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local que se encontraba circulando por las inmediaciones del lugar. A su llegada, los agentes vieron a los cuatro jóvenes que habían sido agredidos, manifestándoles que habían tenido una discusión con el propietario del establecimiento y que éste les había pegado con un palo.
Los policías locales comprobaron que tres de ellos presentaban lesiones visibles: uno en un antebrazo; otro, un hematoma y una herida superficial en un hombro, y el tercero, una herida sangrante de unos cuatro centímetros en la cabeza.
Los agentes se entrevistaron también con los propietarios del comercio, indicándoles la mujer la maniobra de los jóvenes y cómo la agredieron cuando intentó evitar que se llevasen diversos objetos, a la vez que su marido reconoció las agresiones posteriores.
Por todo ello, procedieron a la detención de los cuatro jóvenes y del comerciante chino, así como a su traslado a dependencias policiales, siendo, posteriormente, puestos a disposición judicial.