El presidente de Canarias, Paulino Rivero, que la oposición de su gobierno y del parlamento canario a las prospecciones petrolíferas de Repsol en aguas del archipiélago es «firme».
Ha reivindicado que si la naturaleza es el recurso más importante por el que se sustenta la economía canaria, no es razonable que se apueste por explotar el petróleo, y ha garantizado que el rechazo de su Ejecutivo al proyecto no es un «capricho».
«Se pone en peligro la columna vertebral de nuestra economía», ha sentenciado el presidente, cuyas prospecciones cuentan con el beneplácito del Estado.
En el 2002, el Gobierno de José María Aznar ya dió los permisos necesarios para que la petrolera iniciara las prospecciones al este de Fuerteventura y Lanzarote, sin embargo, en el 2004, el Tribunal Supremo paralizó el proyecto.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, ya ha adelantado que aprueba reactivar los estudios realizados y determinar si existen yacimientos de petróleo.