Ante tales hechos y a través de un comunicado, el sindicato ha expresado su «preocupación por el incremento de los ataques, tanto físicos como verbales», que sufren «los profesionales de la sanidad pública cordobesa.
En este sentido, el presidente del Sector de Sanidad de CSIF en Córdoba, Antonio Poyato, ha dicho rechazar «frontalmente cualquier tipo de agresión hacia unos profesionales que realizan una labor encomiable, pese a una evidente falta de recursos».
Así, Poyato ha dicho lamentar el «escaso personal existente en el Reina Sofía, una realidad que puede propiciar situaciones de tensión que derivan en reacciones violentas como la ocurrida ayer». El sindicato calcula que el hospital de referencia en Córdoba «ha perdido unos 300 empleos desde 2012, al no ofrecerse interinidades».
Por último, CSIF ha puesto a disposición de la enfermera agredida sus servicios jurídicos, «para que inicie, si así lo estima oportuno, las acciones legales pertinentes para defender su integridad física y moral en el desempeño de su trabajo en un centro público», lo que ha llevado también al sindicato a reclamar a la Dirección Gerencia del Hospital Reina Sofía «que incremente las medidas de seguridad para evitar estos episodios y así elevar la sensación de protección de los trabajadores».