En un comunicado, las tres organizaciones ha advertido de que «un trabajo digno, una vivienda, un hospital, una escuela, la universidad, incluso las medicinas, la electricidad o el gas, empiezan a convertirse en lujos para las trabajadoras y trabajadores». Además critican que «las cárceles se vacían de corruptos y se llenan con quienes defienden y luchan por nuestros derechos más básicos».
En este punto, recuerdan la condena a prisión de los cino mineros de Zarréu, «por socorrer a sus compañeros accidentados», sentencia que «pone en cuestión, incluso, el derecho a salir con vida del trabajo».