En una rueda de prensa en la que le acompañó la diputada Montse Prado, el portavoz nacionalista ha advertido de que no sólo se declaran «reservados» parte de los datos que se ponen a disposición de la comisión, sino que «a efectos prácticos» dicho «carácter reservado» afectará «al conjunto». «Incluso a la que no tiene carácter confidencial», ha apostillado.
Y es que, ha añadido, bajo el argumento «total y absolutamente peregrino» de que no es posible habilitar dos salas –una con la documentación clasificada y otra con la que no lo está– se «mantienen restricciones» para que sólo puedan acceder diputados de los grupos y no asesores y que estos «sólo puedan tomar notas» y no sacar fotocopias de «ningún documento». «Es inaudito», ha avisado.
También ha reprobado el hecho de que las comparecencias de los exdirectivos «se concentren en el mismo día» y una semana después de poner a disposición de los grupos los documentos, lo que interpreta como «una muestra más» de que el PP pretende que los trabajos de este órgano parlamentario tengan «poca repercusión social», así como evitar «que se pueda investigar a fondo».
En cualquier caso, ha avisado de que «el BNG no se lo pondrá fácil al PP» y acudirá a todas las comparecencias para «interrogar» a los excargos de las entidades bancarias, al tiempo que ha dado por hecho que los populares «preferirían» que no fuese así.
Eso sí, en cuanto a la decisión «final» sobre la vinculación con los trabajos de la comisión, ha remarcado que dependerá «de si el PP sigue con su estrategia obstruccionista o no».