Durante la presentación de unas propuestas para mejorar los ingresos del Ayuntamiento, Pérez se ha referido con sentido del humor a esta medida y ha remarcado que se podrían proponer dos tipos de servicios de taxi, uno «cultural», en el que el conductor «hablaría de la curvatura del espacio y el tiempo», y otro en el simplemente habría un servicio de transporte.
Por su parte, el portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha comentado que con esta ordenanza el Ayuntamiento bate un «récord Guinness» al conjugar en una misma medida «tardanza e improvisación».
En el caso de la exigencia de tener el título de ESO, ha comentado que le parece bien pero que debe ir acompañadas de medidas complementarias educativas para fomentar que aquellos que han incurrido en abandono escolar puedan completar sus estudios y no se discrimine a nadie.
Por otro lado, ha criticado que figure en las referencias sanitarias la imposibilidad de que los enfermos de SIDA sean taxistas, puesto que «no hay problema» con esa enfermedad dentro del ámbito del taxi.
«MUCHO OJO» CON REGULAR LA MÚSICA EN LA CALLE
Mientras, el portavoz municipal de IU se ha referido a la exigencia de autorización previa a los músicos que quieran tocar en la calle en el distrito Centro para indicar que está de acuerdo con cierta regulación pero que ello «en absoluto puede gravoso» para un colectivo que, además, ofrece un atractivo cultural a la ciudad.
Al respecto, también ha alertado que se debe tener «mucho ojo» a la hora de regular estos asuntos porque «a lo mejor se va a llegar a pedirles que en el repertorio tengan que tocar un »España cañí»», ha ironizado Pérez.