Google anuncia que ha ajustado su motor de búsqueda en China para advertir a los usuarios que cuando ulitilizan ciertas palabras clave pueden provocar un censura en los resultados de búsqueda o que existan problemas de conexión.
La modificación es resultado de las quejas formuladas contra la compañía acerca de la fiabilidad de su motor de búsqueda en China continental, tras confirmar casos de censura, explicó el vicepresidente de Google para la investigación, Alan Eustace.
Pekín ha puesto en marcha una censura de internet muy perfeccionada, denominada como el «Great Firewall» (Gran Cortafuegos), un juego de palabras en inglés que mezcla los términos «Gran Muralla» (Great Wall) y corta fuegos (»Firewall»), término utilizado para designar la protección en internet contra programas no deseados.
Por ejemplo, algunos caracteres chinos que se encuentran en el nombre de los dirigentes chinos, actuales o no, pueden retrasar la aparición de resultados.
Para evitar este problema, ahora aparecerán mensajes de alerta en las pantallas de los internautas chinos cuando escriban estas palabras clave que pueden causar «problemas de conexión», explicó Eustace.
«Al animar a la gente a que revise sus búsquedas esperamos reducir las perturbaciones» en las búsquedas, precisó.
Hace dos años, Google cerró su motor de búsqueda chino y dirigió a los internautas de China continental hacia su página de Hong Kong, que no era censurada.
La decisión se tomó tras las censuras y ciberataques del gobierno chino, según justificó Google. Aunque Pekín negó un ataque a las cuentas de Gmail de disidentes chinos, como mantenía el buscador, y calificó de muy negativa la decisión del gigante informático.
Demanda de Oracle por los derechos de autor
Un juez federal dio de nuevo la razón al gigante informático Google en el proceso iniciado con la demanda puesta por Oracle, propietario del lenguaje de programación Java, al determinar que las aplicaciones para dispositivos móviles no están sujetas al derecho de autor.
La decisión del juez William Alsup se produce una semana después de que un jurado concluyera que Oracle no pudo demostrar que Google violó las patentes del lenguaje Java al desarrollar el sistema operativo Android para teléfonos inteligentes y tabletas.
El jurado fue incapaz de decidir si la utilización del software de Java era de «uso justo». Alsup pidió al jurado que asumiera, por el bien de las deliberaciones, que las aplicaciones para dispositivos móviles (API) eran susceptibles de ser protegidas por los derechos de autor, pero se reservó para si mismo el derecho a tomar la decisión legal final a ese respecto.
Oracle acusaba a Google de infringir los derechos protegidos por las patentes del lenguaje de programación de Java que la empresa obtuvo cuando compró a la compañía que lo creó, Sun Microsystems, por 7.400 millones en 2010. Pero el gigante informático alega que publicó el sistema operativo gratuito Android dos años antes de que Oracle comprara Sun.
Oracle, por su parte, criticó la decisión del juez y prometió apelarla.